Este lunes 22 de noviembre, la Veeduría Distrital reveló los detalles de un análisis sobre las metas de descontaminación de aire de la ciudad, el cual está planteado dentro del Plan Distrital de Desarrollo.
Luego de recoger y analizar los datos del estudio, la entidad de control preventivo encontró que como consecuencia de las restricciones a la movilidad que trajo la pandemia, Bogotá experimentó un importante descenso en la emisión de contaminantes durante 2020.
A pesar de eso, 2021 volvió a mostrar “un crecimiento en las emisiones, a tal punto que la ciudad se encuentra en niveles de contaminación muy similares a los registrados en prepandemia”.
Los datos demuestran que, “al cierre del tercer trimestre de 2021, la concentración promedio de material particulado PM10 alcanzó una medición de 34.4 microgramos por metro cúbico (µg), mientras que para el PM2.5, se estimó en 17.6 µg. Estas cifras son levemente inferiores a las calculadas al cierre de 2019, cuando se estimaron concentraciones de 35 µg para PM10 y 18 µg para PM2.5″.
También se descubrió que la mayor cantidad de emisiones de gases efecto invernadero, procede de fuentes móviles.
“Para el caso del material particulado, su factor determinante se encuentra en la resuspensión ocasionada en las vías, especialmente por falta de pavimentación, por mal estado o por barrido incompleto”, dice el informe sobre contaminación.
Sobre las fuentes móviles, la entidad reveló que los mayores emisores de contaminación están en el transporte privado (camiones, camionetas y/o vehículos particulares), y especialmente, en el transporte de carga.
Los controles de emisiones de fuentes móviles tienen una cobertura muy limitada. Se evidenció una caída sostenida de las revisiones a vehículos de carga que inició en el año 2018, y que implicó para 2020, el análisis de solo 259 vehículos de este tipo frente a 3.965 en el año 2017.
La entidad afirmó que en general sobre la ciudad se pueden ver importantes áreas de vivienda y grandes arterias viales sin estaciones cercanas de medición de contaminantes.
“Las quejas de la comunidad sobre la mala calidad del aire responden mayoritariamente a fuentes fijas. Esto, a pesar de que las móviles aportan más a la generación de contaminantes en la mayoría de las zonas de la ciudad”, aseguró el estudio.
Debido a los preocupantes hallazgos, la Veeduría Distrital entregó una serie de recomendaciones a la Alcaldía de Bogotá para que mejore la calidad del aire. En total son 10 puntos, en los que se habla de promover energías limpias en los transportes de carga, incentivar la participación social en proyectos ecológicos, entre otros.
Estas son las recomendaciones:
1. Ahondar en medidas eficaces para promover el cambio tecnológico de los vehículos de transporte de carga, socializando y apoyando los esfuerzos que en materia de financiación brinda el Gobierno nacional.
2. Incrementar la cobertura de los controles ambientales a las fuentes móviles, y particularmente al transporte de carga.
3. Desarrollar y socializar estudios de concentración de contaminantes, en los nuevos o renovados corredores viales, como la avenida Guayacanes y la troncal avenida Congreso Eucarístico (Cra. 68-Calle 100), con mediciones antes, durante la ejecución, y cuando la obra entre en operación. Esto, para conocer el impacto ambiental sobre la calidad del aire de las grandes intervenciones viales y de los cambios en la movilidad.
4. Adelantar estrategias que incentiven la participación ciudadana y el control social, mediante mecanismos sencillos de denuncia de emisión excesiva de contaminantes.
5. Avanzar en gestiones transversales para lograr reducciones en el Material Particulado Resuspendido, especialmente dirigidas a acciones en las vías de la ciudad, por parte de las entidades de los sectores movilidad y hábitat.
6. Adelantar una agenda normativa que permita brindar exenciones o reducciones tributarias temporales a vehículos de diferentes usos que generan bajas emisiones.
7. Analizar si es pertinente en el corto y mediano plazo, la ampliación de las estaciones de medición, el uso de sensores de bajo costo, y/o la redistribución de aquellas que no demuestren excedencias de contaminantes.
8. Socializar a los ciudadanos, los seguimientos periódicos del “Plan Aire 2030″, dando cuenta de su cumplimiento y resultados concretos, así como garantizar la promoción del control social y la conformación de veedurías ciudadanas en esta materia.
9. Adelantar actuaciones preventivas de salud pública con énfasis zonal, que se enfoquen en las áreas de impacto alrededor de las estaciones que muestran mayores niveles de contaminación, como: Carvajal-Sevillana, Tunal, Kennedy y Puente Aranda.
10. Desarrollar medidas oportunas de mitigación de impactos para los fenómenos estacionales de alta concentración de contaminantes que se pueden presentar en el primer trimestre de 2022.
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