Los congresistas Feliciano Valencia, Antonio Sanguino e Iván Cepeda radicaron, este martes 23 de noviembre, una constancia ante la Comisión II del Senado para que se cumpla con el proceso legislativo del proyecto que busca que Colombia asuma los compromisos adquiridos en el Acuerdo de Escazú.
Desde el 22 de junio 41 congresistas de diversas corrientes políticas solicitaron al presidente Iván Duque presentar el correspondiente proyecto e incluso, acudieron a una acción de cumplimiento para que las autoridades se abstuvieran de frustrar la ratificación de este instrumento que pretende garantizar la democracia ambiental, y la protección de los y las defensoras del ambiente.
Fue solo hasta el 29 de octubre que Duque radicó de nuevo el Acuerdo de Escazú ante el Congreso y lo hizo sin mensaje de urgencia. Y, así como cualquier proyecto de ley, Escazú aguarda en los anaqueles de la Secretaría esperando para ser remitido a la Comisión Segunda del Senado e iniciar su trámite.
“Tan sólo restan tres semanas antes de finalizar el primer periodo de la actual legislatura, y debido a que el proyecto de ley aún no ha iniciado su trámite en estricto sentido, tampoco le han sido designados ponentes para surtir su discusión. Así las cosas, estas nuevas omisiones, atribuibles tanto al Ejecutivo como al Legislativo, aunque sutiles, han sido muy eficientes para condenar al Acuerdo de Escazú a quedarse nuevamente sin el tiempo suficiente para ser discutido en debida forma”, detallaron los senadores Valencia, Sanguino y Cepeda.
Aseguraron además, que en contraste con esas prácticas internas, en instancias internacionales el Gobierno colombiano no ha dejado de expresar su supuesto compromiso con la aprobación y posterior ratificación del Acuerdo de Escazú, sin embargo, ni él, ni su gabinete, ni la bancada de su partido en el Congreso, actúan en consecuencia.
Recordaron cómo durante la COP26 se dejó en evidencia la importancia de comprender que la acción climática debe ir de la mano de la implementación del Acuerdo de Escazú al ser éste una herramienta clave para garantizar una respuesta justa al cambio climático en América Latina y el Caribe. Para Colombia el Acuerdo de Escazú es una oportunidad para honrar la vida y memoria de todos aquellos defensores ambientales que han dado su vida por defender el territorio y el ambiente y parece que a este gobierno y su coalición no parece importarles.
“Mientras tanto el único instrumento que prevé mejores garantías para esos liderazgos y para el legítimo ejercicio de la defensa del ambiente enfrenta la desidia y múltiples obstáculos para avanzar en su aprobación. ¿No les parece suficiente razón este alarmante baño de sangre para ratificar con decisión el Acuerdo que lo previene?”, señalaron los congresistas.
Hicieron igualmente un llamado enérgico al Gobierno nacional y a las mayorías del Congreso de la República para que no dilaten, obstruyan, ni enreden más el proyecto de ley que aprueba el Acuerdo de Escazú; y en su lugar “los exhortamos a observar la Ley 5ta y la Constitución, y someter este asunto al trámite célere y preferente que merece como instrumento de derechos humanos. Nuestro deber, senadores y senadoras, es escuchar el clamor ciudadano que en reiteradas ocasiones ha pedido que se ratifique este tratado, tan necesario para construir una democracia ambiental en nuestro país. ¡No dilaten más Escazú!”, piden.
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