‘Sábados felices’ es el programa más antiguo de la televisión colombiana y son decenas de humoristas los que han formado parte de sus filas, entre ellos Patricia Silva, quien recientemente hizo una confesión que sorprendió a todos los seguidores que ha acumulado desde 1987, cuando apareció en el show por primera vez.
Resulta que a pesar de sacar millones de sonrisas (no solo para Caracol Televisión sino en otro tipo de escenarios) y de gozar de una gran estabilidad económica, la mujer atravesó por una fuerte depresión que, según ella, ocurrió luego de haberse divorciado de su ex esposo.
Así lo hizo saber en una entrevista que brindó para El Espectador, en la cual comentó que ni el dinero o el reconocimiento fueron suficientes para evitar caer en una profunda tristeza al terminar su relación.
“Estaba en una época formidable con mi trabajo, llena de contratos, con mi billetera bien gordita, mi carro último modelo y muy bendecida en la parte laboral y económica, pero me separé y a pesar de que yo trabajaba estaba en una de las mejores épocas de mi vida, yo me sentía triste, sola. Un día estrenando apartamento, me asomé por ese piso 11 y dije la solución a esa tristeza es quitarme la vida, lo llegué a pensar… Sentía que había que había algo que faltaba en mi vida… Era una tristeza infinita, una melancolía”, explicó Patricia Silva.
Además, la comediante tuvo que ver cómo, al mismo tiempo, su hijo se fue a buscar su propia vida en Canadá y esto influyó todavía más en el desmejoramiento de su estado de salud mental.
Fue entonces cuando acudió a su fe y a la espiritualidad para intentar superar la depresión, por lo cual le pidió a Dios que le diera la oportunidad de conocer un hombre que no fuera amante a la bebida o la fiesta, y que fuera también muy religioso.
Al parecer, Dios escuchó sus oraciones y después de una entrevista que brindó al programa ‘Yo, José Gabriel’, un hombre llegó a su vida de una manera poco común e inesperada. Incluso, fue tan atípico todo el proceso con esta persona que en la segunda cita le pidió su mano.
“En esa segunda cita, me dijo que me casara con él, que yo era la mujer que él estaba buscando. Él tenía que ir a un viaje y se demoraba quince días y me dijo que al regresar esperaba mi respuesta y cuando él volvió nos fuimos a vivir juntos”, comentó en su charla con El Espectador.
Desde entonces han pasado 17 y, como ella lo admite, su esposo ha sido más que un regalo prometido. “No voy a decir que él es un angelito, pero sí es un hombre respetuoso, temeroso de Dios, con él me acerqué más a lo espiritual”, agregó.
Sobre su hijo, Patricia Silva afirmó a dicho medio que lo visita cada año, pues además de que lo extraña tal y como el primer día que se fue, este le ha convertido en abuela cuatro oportunidades y ella viaja contenta a visitar sus nietos.
Por último, la humorista conocida como ‘La monita’ se refirió al día en que se contagio de covid-19 y fue hospitalizada por complicaciones, pues aunque no llegó a ser internada en una unidad de cuidados intensivos (UCI), sí tuvo temor de llegar allí y no volver a salir.
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