Uno de los romances más comentados en la opinión pública y redes sociales fue el conformado por Shakira y el empresario argentino, Antonio de la Rúa, quien además hizo parte fundamental de la carrera de la colombiana. Todo esto acabó en 2011, año en que aquel matrimonio se acabó, dejando varias disputas legales que muy pocos conocen.
Más de 11 años duró uno de los vínculos más comentados de la primera década de los 2000 en Latinoamérica, pues mientras la carrera de la barranquillera subía como la espuma, su esposo la ayudaba en diferentes campos, conformando así un romance que, para muchos, fue de ensueño. Luego de su separación, la cantante confirmó que su vínculo como socios iba a continuar. “Nuestra amistad y entendimiento son indisolubles e incorruptibles”, mencionó la colombiana.
Sin embargo, los problemas legales comenzaron y quien inició la serie de disputas fue el propio de la Rúa, al demandar a su expareja por 100 millones de dólares -casi 400 mil millones de pesos colombianos, haciendo una conversión actual-, según el portal Vanitatis. El motivo de la acción: supuestamente ser el principal causante del éxito mundial de la colombiana.
En respuesta, Shakira derrumbó tales pretensiones con un correo donde se afirmaba que él no tenía ninguna relación con sus negocios; además, se demostró que ambos firmaron un contrato donde se hablaba del acuerdo de las obligaciones financieras del uno con el otro en un escenario donde tuvieran que separarse. Dicha demanda acabó en nada.
Por el contrario, en 2013 un tribunal de Ginebra -Suiza- le negó al hijo del expresidente Fernando de la Rúa, el acceso a una de las cuentas de Shakira Isabel Mebarak y de la cual afirmaba, tenía beneficios fruto de los negocios hechos por ella.
El ‘contraataque’ de la mujer no fue menor y demandó a de la Rúa por daños y perjuicios, además de robo. Pidió una cantidad cercana a los seis millones de dólares -más de 23 mil millones de pesos colombianos actuales-.
Adicionalmente, en 2016 se conoció que en 2016 ambos supuestamente se disputaron una finca adquirida en Punta del Este -Uruguay-, hecho que fue desmentido desde el lado del argentino.
Luego de esta serie de querellas, hubo un silencio absoluto en el entorno de ambas partes y cada uno siguió con su vida profesional y sentimental: mientras que ella comenzó una relación con el defensor Gerard Piqué, el empresario y abogado repitió fórmula colombiana y emprendió un romance con la DJ Daniela Ramos.
Sobre la relación entre el futbolista y la cantante se especulaba incluso desde antes de la separación de ella con el argentino, y ante cada pregunta que le formulaban en ruedas de prensa, la intérprete del ‘Waka waka’ mencionaba que eran solo rumores y “gajes del oficio”. Sin embargo, aquellas suposiciones marcaban el derrotero de lo que actualmente uno de los compromisos destacados en el mundo del futbol y la música.
Finalmente, no sobra mencionar que el nexo entre Shakira y el reconocido empresario dejó un difícil adiós y ‘Día de enero’, canción que era una carta de amor de ella hacia él, y una serie de contrastes que se definen en el foco mediático: mientras que la artista es una de las referentes musicales de Colombia, su expareja muy poco es mencionada y comparte imágenes de manera discontinua en su perfil de Instagram, donde cuenta apenas con nueve mil seguidores.
Por la parte del hijo del expresidente de la Rúa, tuvo dos hijos con Ramos, pero esta relación también se acabó y ella misma lo confirmó en 2019, dejando como fruto dos hijos, Zulú y Mael.
SEGUIR LEYENDO