Este domingo, en el tramo de la carrera Séptima entre calles 74 y 76 en el norte de Bogotá, los usuarios de la ciclovía capitalina encontraron un montón de maniquíes blancos tirados sobre el asfalto y lápidas con nombres junto al tipo de vehículos que utilizaban cuando murieron en un accidente de tránsito. El objetivo de esta intervención era llamar la atención sobre las vidas humanas que se pierden en las calles y carreteras colombianas. En su mayoría, de los actores más vulnerables.
La Liga Contra la Violencia Vial fue la organización que realizó el evento de concientización y alertó que diariamente mueren en el país 22 personas por siniestros vehiculares. Por lo que en el fin de año 2.000 personas podrían perder la vida si no se toma conciencia sobre lo que llaman “una pandemia silenciosa”.
En el registro histórico, la organización señala que en el periodo del año 2015 al 2020, en Colombia han muerto 39.788 personas. De ese total, los más vulnerables como son los peatones, los ciclistas y los motociclistas, de quienes la carrocería es su propio cuerpo, que representan el 83% de las víctimas fatales.
Los jóvenes también concentran una gran parte de las víctimas. Del total de fallecidos en siniestros viales en los últimos cinco años, 15.072 han sido menores de 30 años, lo que representa el 37% del total de las víctimas. Es decir, diariamente mueren siete jóvenes en un accidente vehicular en Colombia.
El informe señala que en ese periodo los carros de uso individual fueron responsables de los accidentes en que murieron 7.676 peatones, ciclistas y motociclistas, que son los actores viales más vulnerables, lo que corresponde al 93% de las víctimas. En el mismo periodo, 3.318 personas perdieron la vida dentro de un carro.
Según cifras de la revista Motor, los vehículos particulares ocasionaron la muerte de 8.217 personas, de las cuales 468 eran conductores y pasajeros, 4.017 motociclistas, 578 ciclistas y 3081 peatones. El choque con carros particulares es la segunda causal de muerte, mientras que la primera (8.695 víctimas) están relacionadas con interacción con vehículos de carga y transporte.
“Existe una tolerancia e indulgencia social, política y económica frente a las muertes en las vías; muchas de las vidas que se han perdido pudieron ser salvadas si existiese un compromiso de todas las partes involucradas y les diéramos el mismo derecho a coexistir en un espacio tan vital como las vías a todos los actores vulnerables como son los peatones, ciclistas y motociclistas; entendiendo, aceptando y protegiendo su vulnerabilidad”, aseguró LCVV.
La campaña Carros más seguros busca generar conciencia en que las muertes en accidentes viales no es únicamente social o para sus familiares, sino también económico. Se han producido cerca de 7 mil vidas apagadas, más de 38 mil lesionados graves, 700 mil lesionados que pasan por el sistema de salud cada año y constituyen un verdadero drama social que ignoramos solo hasta cuando llegamos nosotros mismos a ser víctimas.
La organización señala que se trata de un flagelo mundial que afecta principalmente a los países de ingresos medios y bajos como Colombia. Con el fin de llamar la atención, desarrolló ese performance en la carrera Séptima.
El evento consistió en instalar maniquíes de color blanco en uno de los carriles vehiculares de la principal avenida del nororiente de Bogotá. Junto a ellos se instalaron lápidas con nombres de víctimas como Armando, de 22 años, quien era motociclista y soñaba con ser ingeniero. “¿Y la seguridad qué”, cuestionaban la losa.
Este evento se desarrolló durante el tercer domingo de noviembre, día en el cual, por decisión de la Organización Mundial de la Salud y la Organización de la Naciones Unidas, se conmemora el Día Mundial en Recuerdo de las Víctimas de Siniestros Viales. “La efeméride es un instrumento eficaz para alertar y hacer un llamado a la acción sobre una pandemia silenciosa”, aseguró la organización.
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