Autoridades reportan que el calado actual del río Magdalena es el más bajo en los últimos 30 años

El calado operacional actual está en 6,2 metros, lo que afecta seriamente la operación del puerto de Barranquilla y pone en discusión la necesidad de una draga permanente

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Los problemas con el calado del río Magdalena, a la altura del Puerto de Barranquilla (Atlántico), persisten y se agravan con las semanas. Este 21 de noviembre la Dirección General Marítima (Dimar) informó que el calado operacional actual de acceso al terminal marítimo está en 6,2 metros, la cifra más baja en los últimos 30 años.

Así las cosas, la Capitanía de Puerto emitió un comunicado en el que estipula nuevas condiciones para el ingreso y salida de embarcaciones desde el terminal marítimo de la capital del Atlántico. La indicación es que todas las motonaves superiores a 180 metros de eslora y/o calado de 6.2 metros deben someterse a un análisis previo para así determinar si se autoriza su paso.

“Se procederá a realizar análisis en la maniobrabilidad, de cada embarcación que se encuentre sobre los límites máximos permitidos y se estará informando sobre los avances del sector de acuerdo con las intervenciones y afectaciones que se vienen presentando. Asimismo, se estará informando previamente las consideraciones de seguridad que requieran ser adoptadas”, se lee en el comunicado.

Así mismo, la Capitanía también solicitó extremar las medidas de seguridad de las lanchas y embarcaciones propias que se encuentran cercanas a la ribera del Atlántico.

Esta situación, que se debe a la alta sedimentación en el sector de Bocas de Ceniza, significa una afectación grave en la operación del Puerto de Barranquilla. Teniendo esto en cuenta, se declaró la urgencia manifiesta para acelerar el proceso de contratación de dragado, sin embargo, aún con el anuncio, el proceso tendría demoras.

En la ciudad hay preocupación porque hay que esperar la adjudicación de la nueva contratación del dragado, un proceso que toma tiempo. Se prevé que este se lo gane el consorcio chino Xin Hai Hu 9, pues es el único habilitado, pero la draga del grupo se encuentra en África y estaría llegando a Barranquilla hasta mediados del mes de diciembre.

Todo este problema revivió un debate de años en la ciudad: la necesidad de que Barranquilla cuente con su propia draga. Autoridades marítimas han expresado que si bien es positivo acelerar las contrataciones del dragado, estos son trabajos temporales y la ciudad debería tener la maquinaria necesaria disponible permanentemente.

“Esta situación nos muestra que el Puerto de Barranquilla necesita un dragado permanente. Se tuvo a principios de año una adecuación del canal y la draga alcanzó a estar y hacer un par de campañas más y se lograron cifras históricas, pero el tema no es dragar e irse”, dijo Lucas Ariza, director de Asoportuaria desde julio de este año.

El jefe de la Oficina de Asuntos Portuarios de Barranquilla, José Curvelo, también apoya la petición.

“El tema no es dragar e irse, necesitamos en la ciudad de Barranquilla una draga urgente que haga mantenimientos preventivos, que la profundidad sea sostenible hasta el 31 de diciembre de 2021 y posteriormente hasta que el Appeista reciba el canal navegable de Barranquilla”, aseguró Curvelo.

Los altos niveles de sedimentación también repercuten en el crecimiento del ripio y actualmente sobre este hay una alerta lanzada por la misma Dimar. La entidad advirtió que se podrían crear afectaciones y desbordamientos, sobre todo en el Atlántico. El capitán de Navío Germán Escobar Olaya aseguró al diario que hay sectores del río en donde ya se está alcanzando el límite del desbordamiento y corrientes muy fuertes.

Se espera que la situación sea solucionada pronto, pues cada minuto hay más riesgo para las comunidades ribereñas y, además, el Puerto de Barranquilla se mantiene cerrado, lo que significa pérdidas millonarias para la ciudad. Las autoridades no pueden permitir esto porque en los últimos meses el terminal marítimo ya ha tenido que ser cerrado por los altos niveles de sedimentación.

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