El viernes, gracias a la presión de la Fuerza Pública, fueron liberados dos policías que 14 horas antes habían sido secuestrados, al parecer, por el Clan del Golfo en zona rural del municipio de Riosucio (Chocó), en la región del Pacífico en Colombia.
En la emisora Caracol Radio destacaron que fueron las mismas autoridades las que confirmaron la puesta en libertad de los dos uniformados en el sector de Blanquicet, la misma zona donde habían sido retenidos ilegalmente en la mañana de ese mismo día.
Indicaron también en el medio radial que los policías fueron valorados medicamente y se encontraban en buen estado de salud. Tras su liberación fueron trasladados bajo la protección de sus pares en Turbo (Antioquia).
Precisamente en Caracol Radio informaron del secuestro de los miembros de la Fuerza Pública en la mañana del viernes. En la emisora indicaron que estaban adscritos a la Seccional de Inteligencia Policial (Sipol) y que cuando fueron secuestrados estaban llevando a cabo operaciones dentro de la continuación del Plan Agamenón, la misma con la que se logró la captura del máximo jefe del Clan del Golfo Dairo Antonio Úsuga, alias Otoniel, el pasado 23 de octubre.
La información preliminar de Caracol Radio daba cuenta de que fueron tres los policías quienes fueron sorprendidos y amenazados por un grupo de hombres armados, sin embargo, uno de ellos se dio a la fuga y consiguió dar aviso a las autoridades.
Por este hecho, la Brigada 17 del Ejército, que tiene sede en Carepa, se encargó de iniciar las primeras acciones para conseguir el rescate de los secuestrados, y posteriormente también recibieron apoyo de más integrantes de la Policía Nacional.
Ministro de Defensa rechazó señalamiento por su supuesta indolencia por el Chocó
A propósito de esta región del Pacífico colombiano, el ministro de Defensa, Diego Molano, se refirió este viernes al informe presentado por el obispo de Quibdó, monseñor Juan Carlos Barreto, en el que denunció que el Estado colombiano y el Gobierno nacional “permanecían indiferentes y sin empatía social” ante la emergencia humanitaria que se presenta en el departamento del Chocó y el occidente de Antioquia.
El informe, que fue compartido en la Conferencia Episcopal de Colombia, evidencia la ausencia estatal y el recrudecimiento de la violencia en estos territorios del Pacífico colombiano, gracias al trabajo realizado por 11 misiones humanitarias que se llevaron a cabo en varios municipios por parte organismos internacionales, organizaciones sociales y la iglesia católica.
“Lo que sucede en el Chocó y en esa área de Antioquia es una disputa por las rentas criminales entre el Ejército de Liberación Nacional (Eln) y el Clan del Golfo, por eso es tan importante la labor que cumple nuestro Ejército y Policía Nacional y la Infantería de Marina para combatir estas organizaciones”, señaló el jefe de cartera.
En ese sentido, indicó que la muerte de alias Fabian, cabecilla del Frente Occidental del grupo guerrillero, quien fue herido de gravedad en un operativo de las Fuerzas Militares y posteriormente, murió en una clínica de Cali debido a las lesiones, y era el único cabecilla que operaba en esta región, generando desplazamientos forzados, el confinamiento de la población, masacres y asesinatos a líderes sociales, “es una evidencia que allí estamos haciendo presencia”.
A su vez, señaló que la disputa por las rutas y las rentas ilegales por parte de los miembros del Clan del Golfo, considerada la banda criminal y narcotraficante más grande de Colombia, y la guerrilla del Eln, son los motivos del recrudecimiento de la violencia en estos territorios en las que conviven comunidades indígenas, afrodescendientes y campesinas.
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