En la lucha contra la explotación sexual infantil, la Policía Metropolitana de Bogotá, informó que luego de varias investigaciones realizadas por una uniformada infiltrada, lograron rescatar a siete menores de edad, de las cuales cuatro son venezolanas y tres colombianas, quienes eran víctimas de una de las redes de prostitución más despiadada y aberrantes de Bogotá.
De acuerdo con lo informado por Blu Radio, la mujer que se camufló en la organización delictiva, pudo establecer que los cuerpos de las siete menores eran comercializados en tres establecimientos nocturnos, en donde las obligaban a tener atención con más de siete hombres durante un día.
Asimismo, la agente le indicó al medio radial que “los administradores y propietarios de los establecimientos donde las niñas eran explotadas, les decían que, si se presentaba una intervención de la Policía en la zona, ellas tenían que manifestar que eran vendedoras de tinto y que, si los uniformados llegaban a preguntarles, ellas tenían en la parte interna unos carritos de tinto para que pudieran disimular”.
De igual manera, durante sus labores fue testigo de cómo esta organización de explotación sexual infantil, realizaba la falsificación de cédulas para las menores de edad, y así hacerlas pasar por adultas.
La infiltrada también le contó al medio que, durante sus labores de investigación pudo constatar que algunas de las niñas resultaron con golpes en sus cuerpos y rostro cuando salían de atender algún hombre. Añadió que está banda tenía tan definida su estructura, que había personal dispuesto para hacer el expendio de condones o preservativos por la zona donde estaban las menores y también eran los encargados de recibir el dinero por los servicios que daban las mismas.
“La banda era tan estructurada en el sector que tenían personas encargadas de pasarles los preservativos a las menores, las personas que recibían el dinero después del acto sexual y las que entregaban las habitaciones. La estructura las obligaba a cobrar un promedio de 40.000 a 45.000 pesos por cliente”, detalló la agente.
Como resultado de este operativo, la institución indicó que se logró la identificación de tres personas, los cuales serían los propietarios de los establecimientos, y que cada unos de ellos tendría colaboradores, demostrando que en total serían cerca de 5 los administradores de este delito contra las menores que fueron rescatadas por la Policía.
Este tema de explotación sexual de menores de edad en este barrio del centro de Bogotá, ya había sido divulgado por el diario El Tiempo, el pasado 31 de agosto, según el informe del medio capitalino, niñas desde los 11 años eran ofrecidas por su propias madres en el sector.
De acuerdo con el rotativo, en cada esquina del barrio Santa Fe se exhiben como mercancía sexual niñas de entre 11, 12 y 13 años, escenario al que algunas de ellas le llaman ‘La puerta del infierno’.
En la información de El Tiempo, algunos testimonios de personas que conocían las madres proxenetas señalaron: “Me comentaba que ella tenía una hija de 11 años, que le estaba consiguiendo hombres mayores para tener relaciones con su hija. La estaba vendiendo a 100.000 pesos”, contó un hombre que ha evidenciado esta situación en el barrio que es considerado zona de tolerancia.
SEGUIR LEYENDO