En medio de la pandemia y las cuarentenas que se establecieron alrededor del mundo por el coronavirus, no fue un secreto que el comercio online se favoreció con la imposibilidad de salir. En Colombia, por ejemplo, un estudio realizado por Euromonitor International concluye que, durante el 2020 el e-commerce creció 53% y, para 2025, anticipan que el crecimiento será de 74%.
Dentro de ese aumento en el interés por las compras online por parte de los colombianos, también se evidenciaron aumentos en la compra de otro tipos de productos que antes no reportaban tantas compras. Los juguetes sexuales, objetos que siguen siendo tabú en el país, son un ejemplo de esto.
Gleeden, una aplicación de citas extramatrimoniales con millones de usuarios en varios países, entre ellos Colombia, y que busca generar consciencia sobre la vida sexual en pareja y solitario, reveló datos importantes sobre la compra de juguetes sexuales por parte de las mujeres en medio de la pandemia.
En el último año, las cifras de venta de estos objetos aumentaron considerablemente en el país, así lo confirma un artículo de Forbes del año pasado en el que varias ‘sex-shop’ colombianas revelaron que, unos días después de que iniciara el confinamiento, sus ventas aumentaron en un 50%. Sin embargo, lo que revelan desde la plataforma de citas es que, en ese aumento de compras en Colombia, el 70% eran adquisiciones hechas por mujeres.
De hecho, Infobae Colombia también señaló cuáles fueron los juguetes sexuales más vendidos en medio del confinamiento en el país.
Para Laia Cadens, sexóloga que hace parte del equipo de expertos de la plataforma, estas cifras tienen tal impacto que se debe plantear la pregunta si hay algún factor que motive a las mujeres a usar más juguetes sexuales que los hombres, así como si existe algún efecto derivado del uso de estos elementos.
“La masturbación es normal, las mujeres la practican y utilizan juguetes sexuales para ello, aunque sea un tema tabú en conversaciones y medios es normal en la vida sexual de la mayoría (...) Las personas que estaban solas en sus casas, evidentemente, necesitaban escalar peldaños en su sexualidad y ese fue el momento de hacerlo”, señaló la sexóloga.
Sin embargo, la profesional señala que hay temas positivos y negativos en el uso y abuso de los juguetes sexuales, estos últimos los ha notado en su consultorio tras el paso de los confinamientos más estrictos. “La anorgasmia es una incapacidad persistente de experimentar un orgasmo a pesar de tener excitación y deseo sexual”, explicó Cadens.
La experta señala que los juguetes sexuales, en su planteamiento principal, son un complemento de la sexualidad individual y compartida, “cuando es un complemento que entra en juego está perfecto, pero en el momento en que tu placer se ve condicionado al uso del juguete, eso puede llegar a provocar lo que nos estamos encontrando que es la anorgasmia”.
Destacó que las causas más comunes de esta esta disfunción sexual se enmarcan en lo psicológico: la ansiedad, la depresión, el estrés, las creencias religiosas, la vergüenza, la dificultad de disfrutar del sexo como consecuencia de abusos sexuales o la falta de permisos de darse al placer. Añadió que la poca comunicación entre la pareja también puede desembocar en una inadecuada estimulación sexual y, finalmente, en el uso de juguetes sexuales femeninos como el satisfyer que lleva al orgasmo femenino mucho más fácil.
Sin embargo, resalta que, muchas mujeres que buscan satisfacción en un objeto como este, a veces terminan condicionadas a ellas y no pueden obtener el mismo placer en una relación sexual que no implique su uso.
“Últimamente en consulta viene siendo frecuente anorgasmias de tipo secundario provocadas por el uso continuado de succionadores de clítoris que alteran la consecución del orgasmo en pareja”, reveló la sexóloga, y agregó que la intensidad con la que estos aparatos estimulan y provocan una recompensa más inmediata que la que se puede obtener en las relaciones sexuales, es en donde se establece una conducta continuada y recurrente.
La recomendación de la experta para evitar o tratar este condicionamiento está en tener un uso moderado de los juguetes sexuales y encender las alarmas cuando se empiece a notar que no se consigue el placer sin utilizarlos. “Bienvenidos los juguetes para aumentar el placer y el erotismo con su pareja, pero del uso al abuso hay todo un mundo”, concluyó.
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