Como Carlos Eduardo Medina Jaramillo y Jefferson Enrique Villarreal Guzmán fueron identificados los dos ciudadanos colombianos que murieron en el motín que enfrentó la Penitenciaría del Litoral, en la ciudad de Guayaquil, en el Ecuador.
En la masacre también perdieron la vida 68 presos y dejó, al menos, a 25 heridos. Por su parte, el embajador de Colombia en Ecuador, Manuel Enríquez Rosero, le dijo al diario El Tiempo que los nombres de los ciudadanos antes descritos se daban de manera extraoficial y solo se confirmarían hasta que el Sistema de Atención Integral a Privados de Libertad ecuatoriano brinde más detalles al respecto.
Además, según el diplomático colombiano, habrían sido cuatro los connacionales que perdieron la vida, pero por ahora solo se sabrían las identidades de los dos antes mencionados.
De acuerdo con la prensa ecuatoriana, se estima que en esa cárcel hayan retenidos al menos 389 colombianos que enfrentan penas por narcotráfico, en su mayoría. “Se analiza la situación individual de cada detenido para realizar los procedimientos legales”, expresó el embajador Enríquez a El Tiempo.
De acuerdo con las autoridades de ese país, en el informe se confirma que hasta la mañana del pasado sábado 13 de noviembre se han encontrado a 68 personas privadas de libertad fallecidas tras los enfrentamientos registrados, sobre todo, en el pabellón 2 de la antigua Penitenciaría del Litoral, de Guayaquil.
Al ser consultada sobre el tema, una fuente de la Policía dijo a la agencia de noticias EFE que “hubo enfrentamientos en la Penitenciaría de Guayaquil, las unidades tácticas de la Policía se encuentran interviniendo el centro penitenciario”.
El diario Expreso señaló que, en la inspección, los agentes encontraron un fusil y una decena de tacos de dinamita.
A las 08:10 hora local (13:10 GMT), los peritos de Criminalística y de la Dirección Nacional de Delitos Contra la Vida (Dinased) empezaron a realizar labores en un muro del pabellón 2 de la Penitenciaría, pues en el sitio hay al menos un fallecido, que puede ser visto desde la vía a Daule, añadió.
Después de los terribles hechos suscitados entre la noche del viernes y la madrugada del sábado, y frente a decenas de familiares que incluso hasta este lunes esperan saber de sus seres queridos, el Gobierno de Guillermo Lasso tardó más de 15 horas en dar una primera versión oficial.
En la rueda de prensa que se realizó en Guayaquil, la comandante general de la Policía, Tannya Varela, dijo que los hechos respondían a la liberación de uno de los cabecillas de las pandillas carcelarias, esto habría provocado que el pabellón se quede sin protección. Vareala atribuyó los hechos a una pugna de bandas por poder. Sin embargo, este último lunes, la versión oficial es otra.
En una entrevista con Teleamazonas, el vocero de la Presidencia, Carlos Jijón dijo que “las personas que fueron asesinadas eran delincuentes que no tenían que ver con las bandas”. Los asesinatos sucedieron en el pabellón 2, donde está el ala F, conocida como “transitoria”. Ese es el lugar donde están los nuevos reclusos que serán reubicados, donde están personas con “prisión preventiva” y donde cumplen sus penas personas sentenciadas por delitos menores.
Frente a ello, Jijón cuestionó el objetivo de la masacre y dijo que: “se ha cometido un acto de terrorismo para causar una conmoción social muy fuerte, en un momento político en el que un informe pide la destitución del Presidente de la República la misma semana en que la Asamblea Nacional debatirá sobre si existe un estado de conmoción social y (a este) se lo ha fabricado el viernes”, aunque aclaró que “esta es una hipótesis”.
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