Así quedarían las nuevas penas por hurto y el derecho a la legítima defensa en Colombia

El Ministerio del Interior radicó un proyecto con mensaje de urgencia que empezará su trámite legislativo con puntos como cárcel para quien porte armas blancas en ciertos espacios públicos

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Imagen de referencia. Roban una camioneta con un niño adentro, en la localidad de San Cristóbal, al sur de Bogotá. Foto: 123RF.com
Imagen de referencia. Roban una camioneta con un niño adentro, en la localidad de San Cristóbal, al sur de Bogotá. Foto: 123RF.com

El Gobierno nacional radicó ante el Congreso de la República un proyecto de ley que busca endurecer las penas por hurto en Colombia hasta con nueve años de cárcel y también aumentar los castigos para aquellos que incurran en delitos contra la fuerza pública. Según el proyecto, esto busca garantizar la seguridad ciudadana.

De hecho, si la iniciativa llega a ser ley tal como fue radicada, podrían enviar a la cárcel a una persona que porte arma blanca en sitios como conciertos y transporte público, además de condenar a nueve años a alguien que robe si el valor supera los cuatro salarios mínimos, en otros casos será hasta de dos años y medio. En otro punto, se aumentan las penas de hasta 50 años de cárcel cuando se cometan delitos con fines terroristas o contra funcionarios públicos, defensores de derechos humanos y periodistas.

El proyecto presentado por el ministro del Interior, Daniel Palacios, tiene un fuerte respaldo en el Congreso. “La intención del Gobierno, en conjunto con el Congreso, alcaldes y gobernadores, es trabajar en un texto que permita fortalecer las sanciones en materia penal para el hurto, las lesiones personales, el daño en bien ajeno, el homicidio, además de verificar y fortalecer la medida de aseguramiento, el Código de Policía y la restricción para el porte de armas traumáticas”, explicó el alto funcionario.

En el proyecto también se da más flexibilidad en el derecho a la defensa en el caso de que alguien entre a robar dentro de un domicilio, comercio o vehículo. En el texto se usa el término “con fuerza letal” para describir cómo podrían reaccionar las personas al interior de estos lugares en caso de ser víctimas de hurto.

En el caso de las personas que cometan delitos contra la fuerza pública tendrán un aumento en la pena de dos terceras partes y cuando es contra mujeres o niños y niñas menores de 14 años, se aumentará a condenas entre 4 y 17 años. Si es un homicidio contra algún miembro de la Policía o el Ejército, tendrá la mayor pena de 60 años y 58 si son mujeres. En el caso de los reincidentes, se incrementa la pena si ocultan su identidad con algún objeto o si usan niños o adolescentes en hechos delictivos.

Esta iniciativa fue radicada con mensaje de urgencia por el Ministerio del Interior, por ende, se acortan los debates que deberá superar y no serán ocho sino cuatro, dos en Cámara de Representantes (comisiones primeras constitucionales y plenaria) y dos en el Senado. Una de estas sesiones será conjunta en la Comisión Primera.

Nueva modalidad de robo en Bogotá

En los últimos días se conoció una nueva modalidad de robo que están aplicando los delincuentes en la capital del país. Algunos usuarios de taxi han asegurado que los ladrones estarían poniendo escopolamina en el gel antibacterial que algunos taxistas ofrecen a los ciudadanos.

Recientemente, el diario El Tiempo reveló el testimonio de una de las víctimas de esta nueva modalidad de robo en los taxis de Bogotá.

Según la historia que reveló el medio de comunicación, el pasado 6 de noviembre un joven de la capital del país decidió solicitar un servicio de transporte que lo recogiera en su casa. Él iba para una cita médica, pero como no pudo localizar uno de esos vehículos, decidió tomar el taxi en la calle.

Una vez se subió al vehículo, según contó, el taxista le ofreció alcohol para las manos y desde ese momento perdió por completo el conocimiento .

Cabe recordar que, desde la llegada de la pandemia de covid-19 al país, varios conductores de este tipo de vehículos han optado por ofrecer alcohol o gel antibacterial a los usuarios, como medida de bioseguridad.

Según contó el joven al diario, luego de aplicarse el alcohol y caer en un sueño profundo, despertó a las 11:30 a. m. en su vivienda. No tenía su celular y la casa estaba totalmente desordenada, además, según explicó, se sentía adormecido y un poco confundido.

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