Periodista ganó tutela a sacerdotes acusados de pederastia

Un juez de Villavicencio señaló que, en este caso, el derecho a la libertad de expresión está por encima del derecho a la honra y buen nombre, por el impacto social de la denuncia

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Nuevamente, la justicia colombiana falla a favor del periodista Juan Pablo Barrientos Hoyos y la Editorial Planeta Colombiana S.A, y desconoce las pretensiones de la iglesia católica en contra del libro que relata la historia de un niño que, presuntamente, fue abusado sexualmente y durante varios años por un grupo de 38 sacerdotes colombianos.

El libro, llamado Este es el cordero de Dios, ha enfrentado problemas legales presentados por la iglesia desde su publicación, en agosto de este año, pidiendo que se censure esta historia. Han sido siete tutelas en total, según establece el medio Vorágine, todas las cuales se han fallado a favor del comunicador.

El fallo más reciente se dio en las últimas horas y se conoció este miércoles 17 de noviembre, cuando un juez de Villavicencio negó la acción judicial que interpusieron los sacerdotes Carlos Julio Beltrán Gutiérrez, Wilson Alirio Sandoval Niño y Fernando Rodríguez Lozano, quienes también pretendían que se prohibiera la reproducción y comercialización del texto.

En la acción judicial, de segunda instancia, se vinculó a la Arquidiócesis de Villavicencio y se aceptó la intervención de la Fundación para la Libertad de Prensa, quienes ya anteriormente se han pronunciado descalificando las pretensiones de los sacerdotes por censurar el libro del periodista Barrientos. En septiembre, la Flip señaló que “ningún juez puede ordenar mediante medidas provisionales o sentencia de fondo medidas que constituyan censura. Por ello, solicitamos a los jueces que conocen estos casos que cumplan las garantías constitucionales de la prohibición de la censura y de la reserva de la fuente”.

Los religiosos interpusieron la tutela contra el libro argumentando que buscaban proteger sus derechos a la honra y buen nombre, luego de que estos se vieran afectados por ser mencionados en el libro de Barrientos. Cabe recordar que el libro relata la investigación que hizo el comunicador a raíz del testimonio de un hombre que señala haber sido abusado e inducido a la prostitución por un grupo de sacerdotes de la Arquidiócesis de Villavicencio.

El Juzgado Segundo Civil de Villavicencio negó la acción judicial interpuesta por los sacerdotes argumentando que el derecho a la libertad de opinar e informar goza de cierta preferencia, incluso cuando entra en conflicto con otros derechos, como los que mencionaban los religiosos. Además, señalando que, en este caso, este derecho tiene un impacto social implícito.

No se le podía obligar al demandado que quitara el velo a sus fuentes, por cuanto eso menguaría no solo la calidad de su labor, sino que al paso, ocasionaría la pérdida de confianza y credibilidad de aquellos que hayan aportado al estudio investigativo”, se lee en el documento del juzgado.

Además, el juzgado también agregó que esta no es la única razón por la que se niega la tutela, también consideran que “aquella reserva incluso se justifica en la protección a la integridad de la persona y como garantía para que pueda exponer su versión de manera libre, sin coacciones, sin condicionamientos o inseguridades que por las consecuencias o incluso por evitar la revictimización, lo llevarían a abstenerse de emitir su relato”.

Desde el pasado 7 de octubre, el juzgado ya había negado la tutela a los clérigos en primera instancia, pero ellos insistieron interponiendo otro recurso que permitiera una nueva evaluación; sin embargo, el juzgado se ratificó en su decisión. Los sacerdotes han señalado que la denuncia que se realiza en el relato del libro se basa en afirmaciones falsas y que no está reforzada con ninguna sentencia judicial.

“Al ponderar los derechos fundamentales de los extremos en contienda, los de los demandantes (los sacerdotes) deben ceder en relación con los de la libertad de expresión e información del demandado (Juan Pablo Barrientos), basalmente, porque la parte actora no logró probar que la información publicitada fuera falsa o errónea; mientras que el accionado, sí mostró la mínima diligencia que jurisprudencialmente se le exige en estos asuntos, su obra no parte de suposiciones o artificios mentales, sino de una labor investigativa”, expresó el juzgado.

Según informó el diario El Espectador, para el desarrollo de este proceso, el juzgado solicitó nueva información a las partes. Por ejemplo, al juicio llegó una mujer que trabajó en la Comisión Arquidiocesana para la Protección de la Infancia y Adolescencia, en Villavicencio, quien entregó nuevos detalles al caso.

En el fallo se lee que “desde su perspectiva, la labor investigativa adelantada por el periodista accionado coincide en su totalidad con la realidad de los hechos denunciados”.

Cabe resaltar que, dentro de estas demandas también se ha mencionado a el arzobispo de Villavicencio y expresidente de la Conferencia Episcopal de Colombia, monseñor Óscar Urbina Ortega, quien a pesar de haber suspendido a los sacerdotes mencionados en la investigación, también salió a señalar que el libro ”carece de sustento fáctico y jurídico” y que los clérigos “están en indefensión frente a la grave vulneración de sus derechos fundamentales”, según ha relatado Vorágine.

De hecho, Uribe también se quejó ante el juez, puesto que su nombre también aparece en el libro. Específicamente, en el noveno capítulo, cuando otra víctima señala que el arzobispo abusó sexualmente de él cuando era un niño y en medio de una confesión.

Por otro lado, Barrientos y otros portales y medios de comunicación también han hechos sus propias peticiones a la justicia, pues acceder a las información sobre la pederastia dentro de la iglesia colombiana ha sido todo un reto. Pues desde 2019, cuando se publicó un primer libro llamado ‘Dejad que los niños vengan a mí' -que también enfrentó intentos de censura,-, el comunicador ha buscado que el acceso a la información de la iglesia sea posible y considerado como información de interés público contenida en archivos de carácter privado.

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