Continúan las críticas sobre la implementación del POT (Plan de Ordenamiento Territorial) en Bogotá y, en la mañana de este miércoles 17 de noviembre, la alcaldesa de la ciudad, Claudia López, a través de su cuenta de Twitter, defendió el proyecto y respondió a las críticas que, particularmente, le ha venido haciendo la Cámara Colombiana de la Construcción (Camacol). Argumentó que el Plan debe aplicarse para pagar la ‘enorme deuda social’ que existe con la mayoría de ciudadanos de la capital, y que Camacol debe alejarse de sus intereses particulares.
“El POT es para pagar la enorme deuda social con las mayorías, hacerles vivienda digna con infraestructura social, económica y de movilidad limpia y adaptarnos al cambio climático. Todos deben ceder parte de sus intereses particulares y ser parte de ese acuerdo colectivo de ciudad”, comentó López en sus redes sociales.
Lo que explicó Camacol en sus argumentos en contra de la implementación del POT es que, de acuerdo con lo que plantea el Plan, solo se podrán construir, de manera formal, viviendas con áreas superiores a los 36m² y de 42m² en el caso de Viviendas de Interés Social, entre otras normativas.
Para la presidenta de Camacol, Sandra Forero Ramírez, “esta serie de intervenciones propuestas en el POT, lo único que lograrán será reducir de manera crítica la oferta formal de vivienda nueva en la ciudad, desconociendo además características socio-demográficas fundamentales como la reducción del tamaño promedio de los hogares y la creciente participación de hogares unipersonales y biparentales sin hijos, que hoy representan el 22% y 23% del total de hogares de la ciudad, respectivamente”.
Según explicó la directiva, Bogotá, en lo próximos 12 años demandará la creación de cerca de 1.067.525 de viviendas nuevas. “Esa realidad supone que el POT debe contemplar el suelo urbanizable y todas las condiciones urbanísticas para que se pueda garantizar la oferta suficiente de proyectos y, con la política de subsidios del Gobierno Nacional, hacer que los hogares de menores ingresos de la ciudad accedan a una vivienda formal”, aseguró Forero que, además, argumentó que el POT no puede convertirse en un canal de segregación y exclusión social.
Para Forero, el POT debe evitar ser un incentivo para la informalidad urbana o la creación de asentamientos irregulares y peligrosos para la ciudadanía sino, por el contrario, lograr ser un instrumento para fortalecer ‘el modelo de acceso a la vivienda’ y contribuir en ‘garantizar la oferta de hogares’. “Estos hogares tienen, además, por principio constitucional, el derecho de acceder a una vivienda formal y a recibir los beneficios de la política de vivienda social del Estado”, añadió, en una entrevista con Blu Radio.
Claudia López, en su cuenta de Twitter, hizo énfasis en que, diferente a lo que dice Camacol, el POT sí piensa en la mayoría de los ciudadanos, y que los que están pensando desde su única posición son ellos, los críticos. “Camacol debe entender que el POT no es para hacer negocios de constructores que ganan a punta de volteo de tierras, vivienda sin ciudad y ciudad sin equidad. Un acuerdo de ciudad para el POT implica que cedan en esa mezquindad ruinosa para las mayorías, la ciudad y la democracia”
Para la fecha, se está a tan solo 21 días de que en el Concejo de Bogotá se venza el plazo para el trámite al Plan de Ordenamiento Territorial (POT) y, el pasado 12 de octubre, Camacol calificó el plan como un retroceso en el acceso a vivienda en la capital. La entidad advirtió, ‘con enorme preocupación’, “lo dispuesto en el Artículo 384, en el cual se definen áreas mínimas, se interviene la configuración de espacios arquitectónicos y espaciales y se establecen estándares y metros cuadrados mínimos por habitación, en las viviendas nuevas que se construyan en la ciudad”.
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