El mayor general, Fernando Murillo, director de Investigación Criminal e INTERPOL (DIJIN), informó que en medio de una ofensiva contra el narcotráfico, junto con la Agencia Federal de Investigaciones de los Estados Unidos (FBI) y la Fiscalía General de la Nación, lograron la desarticulación de una red delincuencial, con la captura de cinco hombres que estaban dedicados al tráfico transnacional de estupefacientes hacia el exterior.
Según el alto mando de la Policía, la operación, denominada ‘Liquid Dreams’, permitió la captura en vía pública de cinco integrantes de la organización criminal, en la ciudad de Bogotá, encargados del transporte de clorhidrato de cocaína en estado líquido en contenedores hacia la Costa Atlántica.
A través de un comunicado la institución detalló que entre los capturados se encuentra el sujeto conocido como ‘Jorge’, cabecilla de la organización delincuencial, quien sería el responsable de liderar las coordinaciones del transporte de la cocaína hacia la Costa Atlántica y posteriormente a Europa.
Con respecto a las otras cuatro personas detenidas, la DIJIN indicó que se trata de alias ‘Alex’, ‘Luis’, ‘Wilson’ y ‘Omar’, de nacionalidad colombiana, encargados del ocultamiento y transporte de la cocaína líquida.
“Fueron más de diez meses de investigación e intercambio de información con la oficina del FBI en Colombia, que permitieron identificar el modus operandi utilizado por la red delincuencial, la cual utilizaba como fachada la exportación de productos minerales y alimentos para el envío de cocaína líquida hacia la Costa Atlántica y el exterior”, precisó la DIJIN.
De igual manera, los investigadores emplearon recursos técnicos, búsquedas selectivas en base de datos, vigilancias y seguimientos, pruebas de identificación preliminar de estupefacientes, que consolidaron el resultado final.
Estás fue la declaración del mayor general, Fernando Murillo, director de Investigación Criminal e INTERPOL (DIJIN)
¿Cómo delinquía la banda que transportaba cocaína líquida de Bogotá a la Costa Atlántica?
Según el general Murillo, esta organización criminal transnacional se valía de agentes corruptores para permear múltiples empresas de transporte de carga pesada (tracto camiones) y poder traficar el estupefaciente, el cual era camuflado en barras metálicas perfectamente adheridas a la base de los contenedores.
Para lograr su cometido, la red delincuencial utilizaba técnicas ilícitas para transformar la cocaína de su estado original a líquida, manteniendo su alta pureza, para ocultar con mayor facilidad los narcóticos y evadir el control de las autoridades.
En un comunicado, la DIJIN detalló que estos sujetos tenían la capacidad de enviar más de 70 kilos de cocaína líquida en cada transporte de carga, lo que les permitía exportar más de 400 kilos del estupefaciente al mes, dejándoles ganancias exorbitantes por un valor aproximado a los 12.900 millones de pesos.
Esto se evidenció tras la caída de un cargamento, cuando la DIJIN, en conjunto con el FBI, dieron alerta a las autoridades europeas en los países de Holanda, Bélgica y España, con el fin de inspeccionar al menos 10 contenedores que salieron de puertos colombianos de los cuales se tiene información de que probablemente iban contaminados con el alcaloide.
En el desarrollo de la investigación se logró establecer que la red delincuencial contaba con un esquema criminal de coordinación y precisión al momento de enviar la sustancia estupefaciente hacia el exterior, como el transporte de mercancía, coordinación directa al interior de empresas de carga, modificación, ajuste y acople de contenedores en talleres de propiedad de esta organización, e inclusive el manejo químico diferencial de la sustancia estupefaciente, la cual al ser convertida en cocaína liquida, les generaba costos mucho más elevados que los procesos normales del clorhidrato de cocaína.
Durante el proceso investigativo a esta red delincuencial se le incautó, en el año 2020, más de 70 kilogramos de cocaína líquida que era transportada en contenedores, camuflada al interior de vigas en compartimentos ocultos, los cuales estaban diseñados para no ser descubiertos por los scanner, ni los caninos detectores de narcóticos.
Los cinco capturados fueron presentados por la Fiscalía General de la Nación ante un juez de control de garantías, quien, en audiencia, legalizó su captura y llevó a cabo la imputación de cargos por los delitos de tráfico de estupefacientes agravado y concierto para delinquir.
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