Monseñor Darío de Jesús Monsalve Mejía, arzobispo de Cali, emitió un comunicado en rechazo al caso de un sacerdote de 73 años, al que un juez le emitió orden de captura por presunto abuso sexual a una niña de 13 años de edad que asistía como acólita a la iglesia del barrio Comuneros del Distrito de Aguablanca, y quien estaría prófugo de la justicia.
El arzobispo no mencionó el nombre del presbítero al que la Fiscalía le imputó cargos, en calidad de persona ausente, “por su presunta autoría en el delito de actos sexuales abusivos agravados con menor de 14 años concurso homogéneo”. Según el monseñor Monsalve, no lo mencionó para evitar estigmatización y acorde al derecho canónico.
“Hemos asumido, igualmente, las decisiones de rigor canónico y de respeto procedimental, con la persona acusada como responsable de estas conductas, omitiendo, como lo hacen aún las mismas autoridades civiles, nombres que estigmaticen y causen más daño a los involucrados en la apertura de la causa, mientras se establecen debidamente dichos cargos”, se lee en el comunicado.
Sin embargo, rechazó los hechos e invitó a todos los ministros y servidores de la iglesia católica a trabajar para la recuperación de la confianza en la comunidad, siendo personas coherentes y confiables. El arzobispo sostuvo que en Cali se han priorizado acciones prevención, protección, verdad, justicia, reparación y no repetición a favor de las víctimas acoso y abuso.
“Como Arquidiócesis de Cali sentimos, institucional y comunitariamente, VERGÜENZA Y REPUDIO por cada caso que se presenta, enmarcando estos sentimientos en los valores, normas y salvaguardas pertinentes”, escribió el arzobispo Monsalve.
El monseñor señaló que “actualmente, hacemos seguimiento y brindamos todo nuestro apoyo a las autoridades, a la víctima, a su familia y comunidad parroquial afectadas, en el caso que recientemente abrió el juez 12 penal de Cali”; en referencia a la orden de captura que emitió ese despacho el pasado 12 de noviembre, para que el sacerdote sea asegurado en la cárcel de Villahermosa.
El arzobispo Monsalve también hizo un llamado final para que “entre hechos y derechos, protejamos la verdad como principio hacia la restauración de la dignidad vulnerada”.
Según informó la Fiscalía General de la Nación, el sacerdote prestó sus servicios pastorales en la iglesia del barrio popular de Comuneros en Aguablanca desde agosto de 2016 hasta octubre de 2021, cuando la familia interpuso la denuncia en su contra y se inició la investigación por vejámenes contra una niña de 13 años de edad.
La denuncia indicó que entre los meses de junio y julio de este año, el cura presuntamente abusó sexualmente en contra de la menor, que asistía como monaguilla a la parroquia y en la que trabajaban sus padres. La encerraba casi todos los días con él en la sacristía y realizaba tocamientos en sus partes íntimas, sostuvo el ente acusador.
Así mismo, la Fiscalía conoció que el sacerdote presuntamente llamó a la menor a un teléfono celular para pedirle que fuera a la parroquia, pero ella le contestó que se iba a bañar. El cura, entonces, le habría pedido que se tomara fotografías desnuda y se las enviara por WhatsApp, lo que generó perturbación en la menor.
De acuerdo con Noticias UNO, la arquidiócesis suspendió al sacerdote de 73 años de edad hasta el pasado miércoles cuando ya se sabía de la orden de captura. Además, el medio conoció que habría cometido para varias acciones para presuntamente evitar comparecer ante la justicia.
El informativo señaló que después de la imputación de cargos, el párroco tomó varias pastillas en un presunto intento de suicidio y fue atendido en urgencias, sin embargo, sobre la medianoche salió con una familiar y desapareció. Por eso las autoridades están en su búsqueda.
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