Pese a que el Gobierno y el ministro de Defensa, Diego Molano, echaron para atrás la declaración de enemigo a Irán, la posibilidad de la presencia de células de Hezbolá en Colombia sigue vigente. Incluso información de inteligencia señala que habrían planteado atentados contra sus enemigos en Bogotá.
Las investigaciones por nexos entre colombianos, el régimen en Venezuela y la organización Hezbolá no son nuevas. Según el periodista Gerardo Reyes, en su libro sobre Álex Saab, el empresario barranquillero era investigado por las autoridades, desde 2015, por posibles nexos con ese grupo extremista, entre otros delitos. De hecho, cuando fue detenido en Cabo Verde a mediados de 2020, iba rumbo a Irán, como el enlace entre el régimen de Nicolás Maduro y el país islámico.
Justamente, el ministro Molano y las fuerzas de inteligencia creen que ese grupo terrorista habría llegado al continente con el auspicio del gobierno venezolano, habría establecido alianzas con las estructuras armadas colombianas que también se refugian en ese país y actuar de manera conjunta en contra de enemigos internacionales en Bogotá.
Así lo reveló el diario El Tiempo a través de documentos a los que tuvo acceso como parte del dossier de inteligencia. De acuerdo con lo revelado, se trata de información suministrada por el Mossad y agencias de investigación israelí, país en el que estuvo el presidente Iván Duque cuando se produjeron las declaraciones contra Irán.
El periódico señala que los documentos describen el seguimiento de presuntos miembros de Hezbolá a agentes de Israel y diplomáticos de Estados Unidos en Colombia. Uno de ellos fue un retirado agente israelí que planeaba establecerse en el país, pero tuvo que ser protegido por su gobierno, porque al parecer iba a ser asesinado en Bogotá.
La información señala que se trata de una retaliación a la muerte del general iraní de la Fuerza Quds, Qasem Soleimani, quien fue asesinado en el aeropuerto internacional de Bagdad, Irak, por parte de un ataque con drones de las fuerzas de Estados Unidos, el 3 de enero de 2020. Una de las ultimas acciones del gobierno Trump que prendió la tensión en la región.
La información de inteligencia entregada al gobierno colombiano, sostiene que los principales cerebros de los seguimientos y posibles atentados están en Venezuela, pero han creado alianzas con miembros disidentes de la guerrilla de las Farc, para ejecutar los planes.
Johan Obdola, experto en seguridad, le dijo a El Tiempo que la presencia de Hezbolá en Venezuela se ha hecho constante en los últimos años. Allí habría sido el ministro del petróleo Tareck El Aissami, quien le abrió las puertas a los chiitas, así como lo hizo en su momento a Saab.
Durante la visita de Estado de Colombia a Israel, el ministro Molano aseguró: “Aquí tenemos un enemigo común y es el caso de Irán y de Hezbolá que opera en contra de Israel, pero también apoya el régimen de Venezuela. Es un esfuerzo importante de información e inteligencia que desarrollamos con la fuerzas militares y el Ministerio de Defensa de Israel”.
El presidente Duque aseguró que el país no se refería a otras naciones en términos de enemigo, por lo que desautorizó las palabras del ministro de Defensa. Molano, en entrevista con El Tiempo, también se retractó, pero sostuvo que han recibido informes de varias agencias de inteligencia sobre la posibilidad de la presencia de Hezbolá al otro lado de la frontera.
Incluso, como dijo en su momento, hace dos meses se produjo la expulsión de dos presuntos delegados de esa organización que, al parecer, pretendían cometer un atentado en la ciudad. Por ahora, la ministra de Relaciones Exteriores sostendrá un encuentro con el embajador iraní en Colombia, por la situación diplomática que se desató.
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