El pasado mes de octubre, medios de comunicación nacionales e internacionales informaron respecto a la premiación que recibió un proyecto colombiano por parte de Bocuse d’Or, una de las competencias de gastronomía más importantes del mundo. Bajo la idea de modificar los pensamientos negativos que se tienen sobre ese planta, la iniciativa ‘Coca no es cocaína’ se convirtió en la primera en la historia en recibir el galardón denominado como ‘Social Commitment Award’, entregado por la labor social que adelanta por los cocineros detrás del movimiento. Esta competencia se celebra cada dos años en Lyon, en Francia, y son reconocidos por ser los ‘Óscar de la culinaria’
El premio, en honor al trabajo del chef Carlos Pájaro, Andrés Ahumada, Marcelino Gómez, Federico Trujillo, el equipo de innovación y desarrollo del Instituto Gato Dumas Colombia, encabezado por Mónica Ríos y Lupi Herrera, y seis estudiantes del equipo LAB Gato Dumas, reconoció la investigación e implementación del mambe, el polvo que se obtiene del procesamiento de la hoja de coca. El equipo de cocineros colombianos se impusieron, gracias a su trabajo, sobre sus colegas originarios de países como Tailandia, Nueva Zelanda, Suecia, Hungría, Costa Rica y Francia.
“Para Colombia este premio significa una oportunidad de cambiar nuestra imagen de país y que busca mostrar un alimento maravilloso que es la hoja de coca. Debemos enseñar a más colombianos y extranjeros que no solo se trata de narcotráfico, que al final debemos fijarnos en la coca y no la cocaína, ya que estos proyectos van a impactar desde lo ambiental, social, político y económico”, resaltó Mónica Ríos que, además, en una entrevista con Noticias Caracol, destacó que la hoja de coca tiene alto contenido en calcio, incluso, más que la leche, “tiene más potasio que el banano, y más proteína que la misma quinua”.
El pasado 5 de noviembre, se hizo una degustación sobre algunos de los productos que le dieron la victoria a los colombianos y, entre los alimentos que se repartieron, se encontraron almojábanas y mantequilla de coca, focaccia con aceite de coca y alioli de coca, kombucha de coca, chocolate verde, barras energéticas, sándwich helado de coca y cancharina. “Resaltó el mambe, el tucupi (raíz de la mandioca brava), el cacao, el plátano, y sobre todo muchas preparaciones colombianas”, comentó Pájaro en una entrevista con la revista Diners, respecto al menú presentado en Francia.
“Desde hace muchos años se viene trabajando con desestigmatizarla, cambiar un poco la historia y mirar el color verde de la historia de Colombia y, entonces, comienza un trabajo desde la investigación de desarrollo de producto de diferentes cocineros del país para enseñarle a las personas que la coca no es cocaína y que mejor que a través de bocados y cosas ricas”, comentó Ríos para ese mismo medio de comunicación. Para Lupi Herrera, otra de las integrantes del equipo, según detalló Portafolio, el proyecto ayuda en la construcción de la reconciliación con las costumbres ancestrales, además de aportar al proceso de paz en Colomba. Bocuse d´Or entregó 7.500 euros en premios.
Lo que explicó Ríos es que en Colombia se respeta el uso de la hoja de coca dentro de las comunidades que consideran la planta como patrimonio dentro de sus procesos ancestrales, sin embargo, se prohíbe comercializar productos con coca. Así mismo aclaró que los alimentos hechos con coca no son considerados como alucinógenos, pues no se está haciendo con la propia cocaína que sí es un alcaloide, por el contrario se está trabajando con la coca bajo sus propiedades alimenticias. “Contiene otros nutrientes benéficos para el organismo. Sí puede ser como una taza de café o de té que son estimulantes”, detalló.
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