El ministro de Vivienda, Jonathan Malagón, envió una extensa carta a la alcaldesa de Bogotá, Claudia López, pidiéndole que no limitara el tamaño o el lugar para construir nuevas viviendas en el Plan de Ordenamiento Territorial (POT) . Sin embargo, la mandataria respondió de manera vehemente frente a la solicitud.
En la carta, Malagón pide a los alcaldes considerar las restricciones que podrían enfrentar las Viviendas de Interés Social (VIS).
“Si bien entendemos la preocupación del Distrito y compartimos el gran anhelo de garantizar una vivienda digna para todos los ciudadanos, consideramos que restringir la ubicación o las características de la vivienda VIS, incluyendo su área, involucra el riesgo de agravar la segregación socio espacial, pues implicaría que los hogares de bajos ingresos -susceptibles de recibir un subsidio de vivienda- no podrían adquirir una unidad habitacional de bajo costo en determinadas zonas de la ciudad”, expresó.
Ante esto, la alcaldesa respondió fuertemente recordándole al ministro que el distrito tiene autonomía para dirigir su POT. “Yo quiero recordarle al señor ministro de vivienda que el Plan de Ordenamiento Territorial es de autonomía municipal. ¿En cuántos metros cuadrados vive usted señor ministro de Vivienda? Una familia de cuatro personas, que se gana dos salarios mínimos no tiene derecho a una vivienda digna y segura de 36 metros cuadrados”.
Otro de los apuntes de Malagón sobre el POT se dio por un supuesto aumento en el valor del suelo debido a la consideración de cargas.
“Aunque estamos convencidos de que es un avance la consideración de cargas generales en la propuesta del POT (especialmente en los incentivos a la retribución de VIS y VIP en sitio), la apuesta por la renovación urbana sumada a la ausencia de nuevo suelo de expansión aumentará la presión en el valor del suelo dentro del perímetro urbano de la ciudad. Esta situación, aunada a la limitación del área de las viviendas y a la gestión predial requerida en el caso de la renovación urbana, dificultarán en gran medida el cierre financiero en el futuro desarrollo de proyectos VIS-VIP en Bogotá”.
La propuesta del POT y su inminente votación en el Concejo de Bogotá sigue despertando discusiones al interior de la Alianza Verde. El apoyo de algunos concejales al POT propuesto por la administración local acrecentó las diferencias que los cabildantes Lucía Bastidas, Luis Carlos Leal, Diego Cancino y Martín Rivera tenían con su colega de partido y corporación Julián Rodríguez Sastoque, fiel defensor y seguidor de la alcaldesa López.
Por ejemplo, esta semana se viralizó la denuncia que Leal, Cancino y Rivera hicieron donde dijeron que la bancada verde del Concejo de Bogotá los quería obligar, mediante la ley de bancadas, a apoyar el POT propuesto por la administración bogotana; hecho que fue duramente criticado por Rodríguez Sastoque, quien no solo defendió los artículos del proyecto de ordenamiento territorial, sino que lanzó duros comentarios contra sus compañeros: “manguitos”, “se hicieron escoger para cambiar sus ideologías”, etc.
Tras esas críticas, sus copartidarios le respondieron poniendo en tela de juicio la neutralidad con la que hace su veeduría. El concejal Luis Carlos Leal no solo tildó a Rodríguez Sastoque de “politiquero”, sino que también le dijo que se hizo elegir como cabildante para no cumplirle a la ciudadanía que le confió su voto.
“Julián Rodríguez va a salir a decir lo que ha dicho todos estos días: que la ley de bancadas es perfecta y nosotros somos unos politiqueros que vamos en contra del partido Verde. (...) ¿Quién es el politiquero, Sastoque? El que puso un plan de gobierno que no cumple hoy, el que firmó pactos que hoy incumple o nosotros que hacemos valer la voz de la ciudadanía”, aseveró Leal a gritos.
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