El secretario de Gobierno de Bogotá, Luis Ernesto Gómez, respondió este martes de manera vehemente a los concejales del Partido Verde que denunciaron presiones por parte de la colectividad de centro-izquierda para la aprobación del Plan de Ordenamiento Territorial (POT) que se debate en el Concejo.
El funcionario, quien se desempeña por estos días como alcalde encargado de la capital, increpó a los cabildantes del mismo partido de la alcaldesa Claudia López, Lucía Bastidas, Diego Cancino, Martín Rivera y Luis Carlos Leal, señalando que “faltaban a la verdad” con sus aseveraciones que la bancada los “amordazaba”.
“La Ley 974 establece que cuando una bancada toma por mayoría una decisión que obliga a sus miembros, todos conservan el derecho de expresar sus opiniones libremente en la respectiva Corporación. Faltan a la verdad quienes se victimizan diciendo que les impusieron el silencio”, señaló Luis Ernesto Gómez.
A su vez, indicó que la ley establece que las diferencias en las colectividades se solucionan a través de la deliberación de ideas y las mayorías democráticas, indicando que los partidos representan un “ideario político coherente, no una suma de individualidades contradictorias”, sobre todo en las democracias “serias”.
En ese sentido, indicó que cuando se tomó de manera mayoritaria la decisión de aprobar este ambicioso POT, que busca una transición de la movilidad para la ciudad y un cambio en el urbanismo, no “cercena” la posibilidad que los miembros de la bancada a expresar libremente sus posturas.
“Hay unos concejales en Bogotá que están en contra de esta visión, y fruto del debate democrático a lo largo de estas semanas se zanjarán estas discusiones a través de votos. Se ha suscitado una polémica por la decisión de la bancada de la Alianza Verde de fijar una unidad de criterio al interior de la bancada mediante la Ley de bancada”, indicó Luis Ernesto Gómez.
Al término de este primer debate en el que se discutió la aprobación del POT diseñado por la administración de Claudia López, se presentó una aireada discusión entre los cuatro concejales y el alcalde encargado, que concluyó en acusaciones de ofrecimiento de puestos y clientelismo.
En ese intercambio de palabras el cabildante Martín Rivera acusó a Luis Ernesto Gómez de ofrecerle un puesto en la “oficina de la alcaldesa”, ofrecimientos que también habría hecho el alcalde local de Ciudad Bolívar, Jaime Flores Murcia.
“Esto no es un show, para mí es fundamental y usted me ofreció que qué puestos quería tener en la oficina de la alcaldesa(...) Aquí Jaime Flórez también me ofreció, entonces esto no es ningún show, a mí me duele secretario”, dijo Rivera.
El concejal de la Alianza Verde aclaró que el presunto puesto que le ofreció el secretario de Gobierno de la capital no fue a cambio de su voto para la aprobación del Plan de Ordenamiento Territorial, sino en una reunión a principios de 2020, recién se posicionó en su cargo.
“Concejal Rivera su acusación es temeraria e irresponsable. Ni usted me ha pedido un puesto ni yo le le he ofrecido jamás ningún puesto a cambio de su voto. Usted me acusa de un delito sin prueba alguna. Calumniar en cambio si es delito. Así no es Martín. En política no todo se vale”, señaló Gómez.
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