Hombre recuperó sus brazos después de que un ladrón se los amputó en Bogotá

Pensó que había perdido su mano izquierda, pero los médicos y cirujanos del Hospital de La Victoria lograron reconstruir los huesos después de una brutal agresión

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Reconstrucción de manos en Bogotá
Reconstrucción de manos en Bogotá

Henry Rodríguez es una víctima más de la delincuencia y la violencia en Bogotá, en un hecho que lo dejó cerca de perder el antebrazo e incluso la vida. Una rápida reacción solidaria y de los médicos especialistas permitió que ahora tenga la oportunidad de superar el hecho.

Él trabajaba como conductor de bus y vivía en el barrio San Mateo de la localidad de San Cristóbal, al sur de la ciudad. Según cuenta, estaba caminando hacia su casa, sobre el mediodía, y a pocas cuadras fue atacado por un delincuente que pretendía robarlo.

El ladrón fue directo a sus bolsillos y la reacción de Rodríguez fue forcejear para evitar el hurto. Él no vio que el delincuente tuviera un arma, por lo que pensó que podría enfrentarlo, pero el sujeto cargaba entre sus pantalones un machete.

El criminal tomó el arma y lo atacó ocasionándole múltiples y muy graves heridas en sus manos, principalmente, le cortó los dos antebrazos, le dio golpes en la cabeza y las extremidades, que rompieron algunos de sus huesos.

“Fue una cuestión como de dos minutos, yo creo, cuando me vi fue el brazo colgando”, cuenta Rodríguez, quien reconoce que había dejado mucha sangre en el piso a causa de las profundas lesiones que había ocasionado el delincuente.

Una vecina que lo conocía y otro habitante del sector se apresuraron a auxiliarlo cuando el criminal lo dejó malherido en el piso después de ver lo que había hecho. La mujer le puso algunas prendas de ropa en los brazos para evitar que continuara saliendo la sangre.

Reconstrucción de manos en Bogotá
Reconstrucción de manos en Bogotá

Henry recuerda que una camioneta llegó al lugar y los vecinos lo ayudaron a subir a la silla delantera para trasladarlo al Hospital de La Victoria. Allí lo subieron a una silla de ruedas y perdió el conocimiento hasta el día siguiente cuando los médicos ya habían hecho la intervención en sus manos.

Tan pronto despertó, Henry pensó en decirle a sus familiares que lo habían herido y que ya no tenía sus extremidades. Él pensaba que habían tenido que amputarlo, pero con sorpresa y alivio, lo primero que vio fue el yeso en sus dos manos, pero no las sentía.

Mientras estaba inconsciente, tras llegar al hospital, fue atendido inmediatamente por un médico ortopedista que desde el primer momento se dispuso a evitar que Henry perdiera sus extremidades, aunque el panorama no era alentador.

El hombre llegó al hospital cerca de 20 minutos después de la agresión y al ingresar al quirófano, los médicos vieron que tenía una amputación completa del antebrazo izquierdo y una parcial del derecho, las zonas más afectadas.

“Cuando escuché la gravedad del caso, solicité que lo subieran a cirugía para tratar de salvarle las manos. El caso se veía muy complejo, tenía destruido todo el antebrazo izquierdo y las dos arterias más importantes de la extremidad estaban lesionadas”, señaló el ortopedista Wilson Tovar, cirujano tratante.

Los médicos que lo atendieron y el especialista lograron reducir los riesgos de isquemia, que sucede cuando se reduce el flujo sanguíneo, así como los trombos. Esa acción oportuna fue la base para que no fuera necesaria una imputación.

Reconstrucción de manos en Bogotá
Reconstrucción de manos en Bogotá

Tras lograr estabilizarlo, iniciaron la intervención para reconstruir las manos. De acuerdo con el tratante, el tiempo jugó a su favor porque es necesario intervenir antes de cumplirse seis horas después producirse la herida, y en el caso de Henry fue durante la primera hora. Además, el ortopedista Tovar señaló que las armas cortopunzantes no deterioran los tejidos por lo que se pueden recuperar con una atención oportuna.

Durante el proceso tuvieron que alinear los huesos y lo más complejo fue reconstruir el tejido de las venas, pero lo lograron. Rodríguez estuvo un mes con yesos en sus dos extremidades y ahora solo tiene un fijador externo en el brazo izquierdo.

Ya ha logrado recuperar la movilidad del brazo de izquierdo, aunque restan intervenciones quirúrgicas para mejorar la consolidación de los huesos. Debe asistir a terapias y asegura que también las hace en casa porque, como dice: “Yo sí amo mucho mi vida”, y su propósito es tratar de salir adelante y de curarse.

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