El pasado 5 de noviembre, y estando en el cargo apenas unos meses, renunció la directora del Museo de Memoria, Laura María Montoya, por supuestos tratos hostigantes de parte de varias directivas del Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH), entre ellas su director, Darío Acevedo, que sigue siendo acusado de querer entorpecer el proceso de contribuir a la memoria del Estado con ocasión de las violaciones ocurridas en el marco del conflicto armado colombiano.
En la carta, Montoya contó que el motivo de su renuncia es la “imposibilidad de desempeñar adecuadamente mis funciones para cumplir con los objetivos y metas señalados en el Plan de Desarrollo y en los documentos indicativos Sectoriales e Institucionales, en las políticas y en la Ley”.
Luego de esta renuncia, el director del Centro Nacional de Memoria, Darío Acevedo, quien es cuestionado por su afinidad al partido de extrema derecha del Centro Democrático atacó a la mujer por medio de su cuenta de Twitter.
Acevedo acusó a Montoya de haber “escondido” la intención real cuando llegó a la entidad y dijo que ella quería quedarse con su “poder”, además sostuvo que la directora del Museo se alió con “sectores adversos”, sin presentar prueba alguna.
Acevedo, cuestionado además por las víctimas del conflicto armado y su paso por el Centro Nacional de Memoria, dijo que Montoya se ha dedicado a “intrigar” en las altas esferas del poder ya redactar “cartas” en contra de su gestión solo para que “la nombren jefe”. En su hilo de trinos, Acevedo atacó a Montoya y dijo que tiene “los principios éticos en el piso”, no sin antes defender su propia decisión.
Los motivos de la salida de Laura María Montoya del museo
Montoya aseguró que hay inconsistencias y ambigüedades en las directrices que recibe por parte del director Acevedo, que impiden el desarrollo de sus funciones.
“Estas circunstancias han deteriorado las condiciones de trabajo y permitido faltas contra mi dignidad de parte de algunos directivos del CNMH, afectando mi salud y el clima laboral en el equipo de trabajo que tengo a cargo”, aseguró.
En la misiva contó además que cuando llegó al cargo, en junio de 2021, resaltó problemáticas pendientes de la gestión previa y fallas en la planeación de la vigencia, socializados al equipo directivo, donde diagnosticó y expuso las situaciones de reto y los riesgos de cara a la apertura del museo.
El 22 de junio, Montoya presentó el diagnóstico junto con una propuesta estratégica para darle solución. Sin embargo, y a pesar de no haber recibido comentarios a la estrategia o recibir directrices específicas, en su lugar Acevedo retiró el respaldo a su gestión y “se enfocó en dificultar todas las acciones de la Dirección Técnica, sin justificación evidente o demostrada”.
Relató que cuando aceptó el cargo se reunió con el director del CNMH para recibir las indicaciones de su labor, pero dos meses después, cuando ya había avanzado, fue desautorizada y cuestionada.
ontoya argumentó que toda acción que tomó para conformar el museo lo hizo apegada a la ley: proponer lineamientos de contenidos para el museo; convocar a víctimas del conflicto, expertos e instituciones para establecer componentes para el museo; y hasta motivar a poblaciones étnicas y grupos vulnerables a participar en la construcción del museo.
“En la práctica, las posturas, comunicaciones y actuaciones del director General y del director Administrativo siguiendo sus instrucciones, se han orientado a impedir que la dirección técnica fortalezca y expanda el relacionamiento del Museo y particularmente, mi capacidad para convocar y promover, motivar y garantizar la participación”, sostuvo la funcionaria.
Aseguró además, que recientemente el CNMH suspendió por tres semanas las actividades relacionadas al museo sin justificación. “En casi todas las circunstancias esto ha generado malestar con los participantes, causando daño y revictimizando desde la institucionalidad”, dijo Montoya.
Sobre la construcción del museo, la directora aseguró que la obra lleva una ejecución del 15 %, por lo que sería imposible que el presidente Iván Duque la pueda inaugurar en junio de 2022, un compromiso que tenía Acevedo con el gobierno. Y añadió: “Ni que decir de todo aquello que implica el contenido del Museo. Cuando recibí la dirección técnica, ninguna tarea a cargo del equipo técnico estaba encaminada a entregar ese contenido, ni en términos de dotación ni de museografía”.
Además de todo este trabajo a medias que ha realizado el CNMH con el museo, Acevedo solo le permitía a Montoya comunicación vía correo, pues le canceló el diálogo por WhatsApp, lo que puso otra piedra en el camino.
“Cuando se trata de asuntos administrativos, el director administrativo y financiero, en permisividad de Acevedo, me impide reportar situaciones difíciles y callándome, gritando y exclamando acusaciones en mi contra que en nada dan respuesta a las preocupaciones que expongo como primera línea de defensa de la ejecución misional”, denunció Laura María Montoya.
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