En Norte de Santander, solo en la primera semana de noviembre, fueron retenidos dos soldados en medio de acciones de los grupos armados contra las unidades militares; otro fue secuestrado en septiembre. A estos se suman la detención de civiles y una amenaza del denominado Frente 33, que se atribuye pertenecer a las Farc, para imponer un supuesto orden social en la zona.
El último secuestro de un militar ocurrió el pasado 4 de noviembre en el municipio de Ábrego, región del Catatumbo. Según informó el Ejército, el soldado profesional Dayán Leonardo Ávila Chona conducía un vehículo oficial que transportaba a una misión médica por la vía que conduce de Ocaña a Cúcuta, cuando fueron atacados por criminales.
A la altura de Brisas del Tarra, los delincuentes incineraron una tractomula y atacaron con disparos el vehículo que conducía el uniformado. Posteriormente se llevaron secuestrado al militar, quien tiene 22 años de edad y es padre de una menor de dos años y llevaba ese mismo tiempo en el Ejército.
Milena Chona Cruz, madre del joven, señaló a la revista Semana que las hipótesis apuntan a que los autores del secuestro fueron miembros del Frente 33, una estructura disidente de la guerrilla de las Farc, que ha buscado imponer temor en la población a través de acciones similares.
Chona Cruz clama ahora por una prueba de supervivencia para poder mermar la angustia sobre el paradero y estado se su hijo. Afirmó al diario El Colombiano que se cambiaría por él mil veces, pero entiende los riesgos de la profesión y reitera que son seres humanos con una familia que los espera en casa.
El día anterior, el pasado 3 de noviembre, fue secuestrado otro soldado profesional identificado como Jeison Martínez Tapias, quien se encontraba en una misión de apoyo humanitario de entrega de agua potable junto a otro compañero del Batallón de Ingenieros de Construcciones N.º 50.
Los dos soldados iban a bordo de un carrotanque, según informó el Ejército, en horas de la mañana, en la vereda Vetas Central del municipio de Tibú, también región del Catatumbo. En ese punto, los dos fueron abordados por hombres armados.
Martínez Tapias fue retenido de manera ilegal, mientras que su compañero logró huir por una zona selvática y dio aviso a la unidad militar. El Ejército señaló que en esa zona delinquen grupos armados residuales y tiene principal presencia el ELN.
Junto a ese hecho se dio a conocer el secuestro de otro militar, sucedido el 15 de septiembre, cuando “fue secuestrado el soldado Huver Fabián Chogo Becerra, orgánico del Batallón de Ingenieros N.° 5 Coronel Francisco José de Caldas. El uniformado fue privado de su libertad, al parecer, en la vereda El Rosal, del municipio de El Tarra, Norte de Santander, por un grupo armado organizado, cuando se encontraba retornando a la unidad militar por término de permiso”, informó la institución.
Sin embargo, el secuestro de personas también ha afectado a civiles. Este fin de semana se ha hecho viral un video difundido por la estructura Frente 33 en el que, según la emisora Caracol Radio, ratifican la retención de siete jóvenes del municipio de El Tarra por consumir sustancias psicoactivas.
“Pido disculpas por fumar marihuana, estoy aquí por consumir hierba, le pido disculpas a la comunidad de El Tarra por tantos errores que he cometido, espero nos den la oportunidad de regresar”, cita la emisora de las declaraciones a las que son sometidos los jóvenes, quienes además expresan agradecimiento a las Farc por supuestamente “ayudarlos a reivindicar”.
En el video, un hombre armado saluda al municipio de El Tarra como el corazón del Catatumbo y anuncia acciones para “recuperar” a la población. Advierte a los padres como “responsables del futuro de sus hijos y de ustedes depende lo que ellos hagan y dejen de hacer”, además se dirige a los migrantes venezolanos y los llama a identificar “las manzanas podridas” que llegan a la región desde Venezuela. “Ayúdenos a identificarlos para expulsarlos o corregirlos”, señala.
“Repudiamos esta situación que no es permitirle, no es concebible, es la degradación más alta que hemos visto últimamente que esta no es la vía, hay instituciones legalmente constituidas en el Estado Colombiano para impartir justicia”, señaló a Caracol el defensor del pueblo en Norte de Santander, Jaime Marthey.
En la zona permanecen presuntamente secuestrados el ingeniero ambiental Edward Ortiz Ropero que fue retenido en Ábrego a mediados de octubre y no se conocen pruebas supervivencia. Además, el empresario Evangelista Bohórquez, de 71 años de edad, fue secuestrado hace más de un año y no se conoce su paradero.
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