A finales de agosto de este año se conoció la historia de una madre colombiana que junto a sus dos pequeños hijos intentó cruzar ilegalmente la frontera entre México y Estados Unidos por el desierto de Arizona.
Se trataba de Claudia Marcela Peña, quien salió de Colombia el 21 de agosto junto a María José Sánchez, de 10 años, y Cristian Pinzón, de tres, este último, el único sobreviviente de la intensa travesía que terminó en tragedia.
La idea de la colombiana era llegar a Estados Unidos y reencontrarse allí con el padre del niño, que terminó siendo el único en llegar con vida a ese reencuentro.
“Lo que yo más quería era tener a mi familia completa aquí (...) todos los días oro con él, y cuando le menciono a la mamá se pone a llorar y cuando le menciono a la hermanita se pone a llorar y me parte el alma”, dijo Hugo Morales, padre del menor, a Noticias Caracol.
El problema por resolver ahora es la situación migratorio de padre e hijo en el país norteamericano. Según le dijo a ese mismo noticiero la abogada migratoria, Sandra Clavijo, la muerte de la colombiana y la travesía que padeció el menor no son garantía para que se le entregue un estatus de ciudadano de EE. UU.
Morales trabaja en una empresa distribuidora de alimentos y pidió ayuda para que se puedan quedar y hacer su vida en Estados Unidos.
Así fue la travesía de la madre colombiana
Yeni Acevedo, prima de la fallecida, le contó al noticiero cómo transcurrió el viaje de esta madre y sus dos pequeños hasta la frontera en México. “Ella salió el sábado 21 de agosto con destino a México, domingo y lunes estuvo en México, martes en la mañana viajó a Tijuana en avión, luego viajó por tierra donde un supuesto coyote las iba a llevar a la frontera”, comentó.
Durante este trayecto, Claudia Marcela registró con su celular varias paradas que hicieron por el país. De hecho, hay un video grabado en la Basílica de Guadalupe, donde pidieron protección para toda su familia. También tomó varias fotografías del viaje, incluso cuando se encontraba en un vehículo con el coyote.
Según la familiar de la colombiana, la última comunicación que tuvo con ella fue a las 6 de la mañana del miércoles 25 de agosto, día en el que Claudia Marcela tomó las últimas fotografías de sus hijos soportando el intenso calor del desierto.
El esposo de la víctima, que los esperaba en Estados Unidos, le contó a un familiar que el coyote los abandonó debajo de un palo y el calor le ganó a la pequeña María José de 10 años y a su madre, quienes murieron. Pero en medio de toda esta tragedia, el pequeño Cristian fue hallado por agentes fronterizos de ese país con vida y llevado a un centro de salud donde se recuperó satisfactoriamente.
Con sus últimos alientos, la colombiana que intentó conquistar el sueño americano, logró comunicarse con la línea de emergencia 911 momentos antes de su muerte para pedir auxilio. En aquella llamada indicó que se encontraba junto a sus dos hijos y que estaba apunto de desmayarse.
Al fondo de esta llamada, que fue dada a conocer por la cadena de noticias Telemundo, se escucha en medio de su desespero a la pequeña María José, expresando a su mamá que tiene hambre.
Claudia: “Por favor, ayúdenme”
Coordinador de la llamada: “¿Cuántas personas están con usted?”
Claudia: “Dos niños, por favor ayúdenme que me voy a desmayar
María José: “Mami, tengo hambre”
Claudia: “Ya mi amor”
Coordinador de la llamada: “¿Tiene WhatsApp?”
Claudia: “Sí, señor”
Coordinador de la llamada: “Le acabo de enviar un mensaje para que acepte compartir las coordenadas”
Infortunadamente, en ese momento el celular de Claudia se quedó sin batería, por lo que se dificultaron las labores de búsqueda y rescate.
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