En medio de la 26ª Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático COP26, que se celebra en Glasgow, Escocia, el precandidato presidencial de la Coalición de la Esperanza Juan Fernando Cristo le pidió al presidente de la Federación Colombiana de Ganaderos (Fedegan), José Félix Lafaurie, intervenir en la expansión ganadera en las selvas colombianas.
A través de una carta, el político hizo una reflexión y lanzó una propuesta: “El año pasado 171 mil hectáreas de bosque fueron taladas, 109 mil de ellas en la amazonia. Una de las principales causas de esa tragedia ambiental fue la ganadería extensiva. En su condición de líder del gremio de ganaderos más importante del país, y dado el momento histórico por el que atravesamos, me atrevo a sugerirle ejercer un liderazgo con los ganaderos para que se detenga la ampliación de la frontera ganadera en la amazonia”.
Cristo expuso en la misiva que es importante avanzar en medio de las legítimas diferencias políticas que tienen, en la idea de establecer hacia el futuro una tasa de reforestación a la ganadería extensiva. Así, con lo recaudado a través de esa tasa se podría financiar un ambicioso proyecto de reforestación. “Hacerlo significaría un esfuerzo de compensación que la ciudadanía, en especial los jóvenes, lo recibirían muy bien”, sostuvo el precandidato.
En 2019 el Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales (INPE) estimó que en agosto de ese año se quemaron 2,5 millones de hectáreas en la Amazonía. “En solo un mes se destruyó una superficie equivalente a 21 veces la ciudad de Bogotá, o el área de los departamentos de Boyacá y Quindío. La situación continúa siendo alarmante y es tarea del gobierno de Brasil poner todos los esfuerzos a disposición de la Amazonía, sus comunidades y las especies que lo habitan”, dijo Hernán Giardini, coordinador de la campaña de Bosques de Greenpeace Andino.
“Las cifras confirman la magnitud de la catástrofe. Mientras que las versiones periodísticas hablaban de 700 mil hectáreas, las cifras oficiales las triplican”, agregó.
En la Amazonía, en 2019 se quemó cuatro veces más de superficie amazónica que en 2018. “Es uno de los peores incendios forestales del último tiempo, una tragedia que no podemos permitirnos en medio de una crisis climática a nivel global”, agregó Giardini. “La responsabilidad es del avance de la ganadería y la soja, una situación que se repite en el Gran Chaco Americano”.
En mayo de este año, un informe de la Agencia de Investigación Ambiental (EIA por sus siglas en inglés) reveló cómo la carne de res que se vende en los supermercados colombianos está impulsando la deforestación ilegal en los bosques amazónicos protegidos y además, contribuye al financiamiento de grupos armados.
De acuerdo con la investigación de la ONG ambiental, y después de un rastreo exhaustivo, “la carne de res proveniente de áreas deforestadas ilegalmente hasta cadenas de supermercados donde se vende a los consumidores”.
A través del análisis de datos innovadores y extensas investigaciones de campo, la EIA descubrió un sistema marcado por la corrupción, la extorsión, el lavado de ganado y la tala ilegal de bosques en la Amazonía colombiana.
Los investigadores de la EIA documentaron una compleja red de actores que incluye ganaderos, corredores, mataderos, mercados de ganado, grupos armados y cadenas de supermercados en las principales ciudades de Colombia. Este trabajo tomó aproximadamente 18 meses y una parte se hizo de manera infiltrada con sujetos anónimos para lograr obtener respuestas.
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