Hombre en Medellín aseguró que se compró dos casas a punta de limosnas

Un video de un adulto mayor en Antioquia se ha hecho viral porque asegura que pedir plata en las calles le ha permitido amasar una modesta fortuna

Guardar
Centro de Itagüí
Centro de Itagüí

Miles de personas en las calles colombianas apelan a la caridad de los demás, con el fin de conseguir los recursos para sobrevivir o sortear gastos, en la mayoría de los casos, a causa de la pobreza y profunda la inequidad. La mendicidad, sin embargo, también está rodeada de problemáticas urbanas delictivas como la explotación de menores y en otros casos del engaño.

En los últimos días se ha hecho viral un corto testimonio de un hombre mayor habitante de Itagüí, el municipio del área metropolitana de Medellín, en Antioquia, debido a que sorprendió la situación que le ha permitido vivir apelar a la caridad de los paisas.

La confesión se conoció por medio de un video de la plataforma Kwai, en el que un hombre le pregunta a un señor que se encuentra comiendo en un restaurante, sobre su condición de mendicidad. Este, en respuesta, afirma que ha logrado amasar una fortuna de clase media.

El sujeto afirma, mientras se come una porción de frijol, que empezó a pedir limosna desde muy niño cuando tenía 10 años de edad, puesto que afirma que tiene 50 años de edad y lleva 40 dedicado a pedir dinero en las calles.

En el país, el artículo 93 de la Ley 1453 del 2011, establece que es un delito el uso o instrumentalización de menores de edad para la mendicidad, quienes incurran en esa actividad ilícita podrían pagar de tres a siete años de cárcel. Sin embargo, los padres sí pueden estar acompañados de estos si las condiciones socioeconómicas familiares lo obligan.

El hombre que grava al mendigo le pregunta, entonces cuántas casas tiene, al parecer porque ya habían conversado con anterioridad. El hombre, pasando bocado, afirma con seguridad: “Tengo dos casas de tercer piso en todo el parque de Itagüí a punta de limosnas”.

En ese sector, de acuerdo con los portfolios de inmobiliarias, las viviendas tienen un costo de alrededor 200 millones de pesos. Aunque no es el más exclusivo del municipio, sí reúne el sector comercial.

El hombre también le pregunta cuánto se hace diario, es decir cuánta plata logra reunir en promedio cada día al pedir limosna, a lo que responde “100 mil”. La persona que lo entrevista se sorprende por las respuesta, como lo hicieron también las personas que han visto la grabación.

Un video de un adulto mayor en Antioquia se ha hecho viral porque asegura que pedir plata en las calles le ha permitido amasar una modesta fortuna

Mientras algunos de los usuarios de redes sociales lo apoyan al decir que supo aprovechar la caridad para tener una módica fortuna, otros lo cuestionan porque continúa pidiendo plata en las calles, así como por llevar una vida de mendigo sin necesidad. “Concejales en dos años compran haciendas, ahora qué no comprarán en 40 años, y no pidiendo”, cuestionó otra persona.

No hay cifras claras y consolidadas de cuántas personas a nivel nacional o municipal se encuentran en condición de mendicidad. Los reportes se centran en los niños que se encuentran en esa condición, principalmente porque son utilizados por mafias, debido a que se convierte en un negocio rentable que puede conseguir cientos de miles de pesos diarios.

En Itagüí, a octubre de 2020, se habían restituido los derechos de 49 niños, niñas y adolescentes que habían sido instrumentalizados por adultos para mendigar en las calles y llenar los bolsillos de inescrupulosos. En agosto de ese año, el ICBF encontró 24 niños en esa condición, pero solo uno fue protegido por la institución, debido a que los demás estaban en esa condición por la precariedad de sus familias.

La Alcaldía de Itagüí, debido a esa situación, ha adelantado una campaña en contra de la limosna. Las autoridades aseguran que la limosna “hace más mal que bien”, según el lema, que invita a las personas a no entregar dinero directamente a las personas en las calles porque la mendicidad está relacionada con delincuencia, deserción escolar, drogadicción, alcoholismo e indigencia.

SEGUIR LEYENDO:

Guardar