La información fue confirmada por el comandante de la Policía Metropolitana de Bogotá, general Eliécer Camacho, quien hizo oficial la detención de alias Conrado, quien entre el 29 de octubre y el 1 de noviembre fue visto en varios videos de cámaras de seguridad usando una calabaza para recolectar dulces en la Zona T del Norte de Bogotá.
Llamó la atención que este particular artículo de la celebración de Halloween se utilizó con el fin de comercializar estupefacientes y evadir los controles de las autoridades para frenar el expendio de sustancias psicoactivas en la ciudad.
El balance entregado por las autoridades da cuenta de que las ventas de alucinógenos detectados por la Policía bogotana se extendió hasta el occidente y suroccidente de la capital. Así lo dio a conocer el secretario de Gobierno de Bogotá y actual alcalde encargado, Luis Ernesto Gómez:
Muchas de las ventas de estupefacientes se estaban haciendo en los puestos de venta informal y se están haciendo requisas permanentes en las zonas de alta actividad de entretenimiento nocturno como en la Zona Rosa, en la Primera de Mayo y en Modelia
Según Gómez, las autoridades han desplegado operativos con el fin de contrarrestar el delito de tráfico y comercialización de estupefacientes, así como desmantelar establecimientos comerciales que en sus facturas incluyen el consumo de drogas, tal como ocurrió a finales de septiembre de este año en la Zona T de Bogotá.
La denuncia, que alertó a los más de 2.000 uniformados de la Policía Metropolitana en el puente festivo de Halloween, la efectuó el concejal de Bogotá por el Centro Democrático Óscar Ramírez Vahos, quien reportó que en la zona T se estaban camuflando drogas como dulces al interior de las calabazas plásticas.
Esta fue su denuncia en redes sociales sobre la comercialización de estupefacientes en el Distrito Capital:
El microtráfico también se disfrazó en Halloween. Es inaudito que en plena zona T, y con supuestas medidas de seguridad especiales para la fecha, el microtráfico siga operando a sus anchas y aquí no pase nada. La política de seguridad en Bogotá es un fracaso: los llamados jíbaros, distribuyen la droga en bolsas o calabazas donde los niños piden los dulces y aquí no pasa nada
Un mes atrás, el concejal había denunciado que en varios bares y amanecederos de la capital se está vendiendo y consumiendo perico, inclusive con el pago de impuestos.
No podemos permitir que ni un solo centímetro cuadrado más de Bogotá caiga en manos de jíbaros, ya que el microtráfico es la madre de todos los problemas de inseguridad que aquejan a Bogotá y amenazan con transformarse en auténtico narcotráfico en nuestros barrios, parques y avenidas. El microtráfico salió de las ollas y ahora opera sin ninguna restricción en zonas de ocio de la ciudad como se evidencia en la llamada Zona T. En Bogotá el microtráfico ya tiene IVA
Según reportó el general Eliécer Camacho, alias Conrado ofrecía bolsas de perico a 50.000 pesos y una vez el comprador accedía a pagar, le pedían que tomara la sustancia de una bolsa de tela con forma de calabaza para no levantar sospechas. Además, confirmó que las unidades de la Policía capturaron a un hombre portando nueve dosis.
Esta persona presenta antecedentes por fabricación, porte y comercialización de estupefacientes y es reconocido como un delincuente y cabecilla de una organización delincuencial en el sector. Hoy queda a disposición de las autoridades competentes
Cabe recordar que, a partir del próximo martes 16 de noviembre los locales comerciales dedicados al ocio y entretenimiento nocturno están autorizados estos para contar con el 100 % de aforo, siempre y cuando los clientes presenten su respectivo carnet de vacunación.
El general alertó de las consecuencias que puede traer este retorno a la vida nocturna en la ciudad y las medidas a tomar para contener la delincuencia:
Con este retorno a la vida nocturna ha traído consigo de los temas que habían sido olvidados, el tema de consumo y venta de estupefacientes, riñas nocturnas y hemos dispuesto un personal especial para las horas de la noche en la ciudad de Bogotá de policía y las alcaldías locales y que no se vean afectados aquellas personas que están haciendo la rumba correcta lo puedan hacer con todas las garantías
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