El 22 de abril de 1999, Luis Alfredo Garavito, temido violador y asesino de niños, fue capturado en zona rural de Villavicencio, departamento del Meta. Fue un indigente quien alertó sobre la presencia del criminal, y mientras esperó a las autoridades frustró el abuso y asesinato de un menor de edad que gritaba por su vida.
Después de llevar al menor a zona segura, el hombre avisó a la Policía y tres agentes capturaron a Garavito, quien dio un nombre falso para poder disuadir a la autoridad. Sin embargo, el 20 de julio de ese mismo año, las autoridades relacionaron crímenes pasados y lo identificaron como tal. En noviembre de ese año, el temido asesino en serie confesó ser el autor de 140 asesinatos de menores en todo el país.
Hasta el momento, se ha probado su responsabilidad en el asesinato de 186 niños y la violación de 200 de ellos.
Considerado uno de los peores criminales del mundo y llegando a relevancia internacional por la gravedad de sus crímenes, en 2001 fue condenado a 1853 años y 9 días de cárcel por sus delitos. Esta condena, la más alta conocida en Colombia, no se logró aplicar porque en el país no es viable la cadena perpetua. Por esto, se le conmutó a la pena máxima de 40 años.
De estos solo han pasado 20 años. Sin embargo, en 2006, recibió una reducción a la condena por informar la ubicación de algunos de los cuerpos de los menores asesinados. Por esto, recibió tan solo 24 años de prisión los cuales acabarían en 2025.
Después de varios años de su condena, mientras se encontraba recluido en la cárcel de alta seguridad La Tramacúa de Valledupar, volvió a sonar su nombre por una posible petición de libertad solicitada por el Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (Inpec).
La supuesta solicitud
Los Informantes, programa de periodismo del Canal Caracol, denunció el pasado 31 de octubre que el Inpec solicitó al Juzgado de Ejecución de Penas y Medidas de Seguridad del Circuito de Valledupar la libertad de Garavito. Según el reporte del canal de televisión, los argumentos señalaban que el comportamiento fue ejemplar.
El Colombiano conoció que quien hizo la solicitud fue el director de La Tramacúa, Fernando Caraballo Quiroga. El documento, con fecha del 14 de mayo, pedía que se verificara la solicitud y se adjuntaron los certificados de conducta de Garavito.
Sin embargo, la solicitud emitida el pasado mes de mayo fue negada por el juez Camilo Manrique Serrano. De acuerdo con Caracol, la decisión se basó en que el criminal no había cumplido con la indemnización de las familias de las víctimas. El argumento del programa de televisión radicó en que, de tener dinero, Garavito estuviera libre.
La respuesta del Inpec
Rápidamente, el Inpec aclaró que de ningún motivo actuó como intermediario a favor de Garavito en la solicitud. Por medio de un comunicado, un día después de la emisión del programa, la institución aclaró que el envío de la documentación hace parte de un procedimiento que realizan con todos los privados de la libertad y sin excepción.
“La función del Instituto Nacional Penitenciario es entregar la documentación correspondiente al tiempo de condena y de redención al Juez de Ejecución de Penas, quien es el único competente para decidir sobre los beneficios que pueden tener las personas privadas de la libertad”, explicó el Inpec.
Frente a Garavito, según se entiende en el comunicado, aplicaba para la solicitud según lo descrito en el artículo 64 del Código Penal. Por esto, el Inpec se vio obligado a proceder. En el anuncio, la autoridad dejó en claro que la decisión fue negativa y que Garavito no saldrá en libertad.
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