Don Mario se declaró culpable de financiar el terrorismo ante un juzgado de Estados Unidos

Daniel Rendón fue extraditado a ese país en 2018, nueve años después de su captura en Colombia, y enfrenta penas de mínimo 20 años de cárcel

Guardar
Foto de archivo. Efectivos de
Foto de archivo. Efectivos de la Policía Nacional de Colombia escoltan al acusado narcotraficante Daniel Rendón Herrera, alias "Don Mario", en el aeropuerto militar de Catam en Bogotá, Colombia, 15 de abril, 2009. REUTERS/John Vizcaino

El narcotraficante y paramilitar Daniel Rendón Herrera, también conocido como Don Mario, aceptó, este martes 2 de noviembre ante un tribunal de Brooklyn, en los Estados Unidos, su responsabilidad como miembro líder y fundador del Clan del Golfo, que es considerado en ese país una organización terrorista extranjera.

Por medio de un comunicado oficial, el tribunal en cuestión confirmó que Rendón, extraditado al país norteamericano en 2018, “se declaró culpable de participar en una empresa criminal y de conspirar para proporcionar apoyo material para una determinada organización terrorista extranjera” que “brutalmente mató, secuestró y torturó a los traficantes de droga rivales y a civiles”.

La noticia se registra poco más de tres años después de que Rendón Herrera se declarara inocente de esos crímenes ante la misma corte, acudiendo además a argumentos de salud (colesterol y presión altas, así como problemas de la vista) para conseguir la consideración del juez del momento, Viktor Pohorelsky.

Mucho ha pasado desde entonces, incluyendo la captura del hasta hace poco más de una semana, líder del mismo clan, Dairo Úsuga, alias Otoniel. Sin embargo, las declaraciones de inocencia no fueron suficientes para que desapareciera uno de los cargos levantados por Estados Unidos contra Don Mario desde 2015, por participar en una empresa criminal que envió al menos 80 toneladas de coca al país vía México y Centroamérica entre 2003 y 2014.

El otro tiene que ver con el uso de armas de fuego para el narcotráfico. Sin embargo, la justicia norteamericana sólo puede juzgarlo por el anterior, entendiendo que es el único por el que fue enviado a Estados Unidos desde Colombia en abril de 2018.

Valga recordar, además, que antes de irse a ese país, Don Mario alcanzó a buscar colaborar con las autoridades colombianas ofreciendo información sobre los nexos de empresarios y políticos con la que convirtió al grupo conocido previamente como Los Urabeños en la organización narcotraficante más grande de Colombia, conocida hoy como Clan del Golfo. Entre los señalados se encontraban Santiago Uribe, hermano del expresidente Álvaro Uribe, y los cuestionados primos Nule.

Rendón, que trató de dilatar su llegada a los Estados Unidos participando del programa Justicia y Paz y buscando entrar a la JEP, también quiso tentar a la Fiscalía con información sobre la participación de Santiago Uribe Vélez en la conformación del grupo paramilitar Los 12 apóstoles y en el asesinato del conductor de bus Camilo Barrientos.

Igualmente, ofrecía información sobre millonarios pagos y combustible entregado a grupos paramilitares del departamento de Casanare, por parte de la petrolera anglofrancesa Perenco. Y de otra gran suma de dinero que los primos Manuel, Miguel y Guido Nule habrían pagado al paramilitar Henry López, alias Mi Sangre, a cambio de que les dejaran construir una vía en Villeta, Cundinamarca.

“Con su declaración de culpabilidad, Rendón Herrera, que otrora fue el narcoterrorista más temido en Colombia, reconoció haber liderado uno de los mayores y temidos cárteles de la droga e inundado las calles de Estados Unidos de cocaína”, dice en el comunicado el fiscal Breon Peace.

Alias Don Mario nació en Amalfi, Antioquia, el 12 de noviembre de 1964, y terminó vinculándose a las Autodefensas Unidas de Colombia lideradas por los hermanos Castaño a principios de los 90. Tras la muerte de Fidel Castaño en el 94 se mudó a los Llanos Orientales donde fundó el Bloque Héroes que después se convertiría en el bloque de guerra de las Autodefensas Gaitanistas de Colombia.

Con estas últimas, también conocidas con otros nombres como Los Urabeños, comienza a apropiarse desde 2006 de las rutas del narcotráfico dejadas por los paramilitares sometidos a Justicia y Paz, hasta que finalmente se le captura en una operación conducida en la zona rural Cerro Azul del municipio de Necoclí en el Urabá antioqueño el 15 de abril de 2009.

Desde entonces, y tras muchas dilaciones, avanza en su proceso en los Estados Unidos, donde enfrenta un mínimo de 20 años y un máximo de cadena perpetua, así como a una indemnización de 45 millones de dólares y una multa de 2,25 millones, según el tribunal ante el que se declaró culpable este martes.

SEGUIR LEYENDO:

Guardar