El Museo de Arte Mori de Tokio estará exhibiendo hasta enero de 2022 en dos exposiciones colombianas, la primera, es un homenaje de Beatriz González a los muertos sin tumba que deja la violencia en Colombia y el capítulo japonés de un experimento estético con escolares de todo el mundo dirigido por el artista vallecaucano Óscar Murillo.
Durante estos meses estará la fotografía mural “Los nichos del Cementerio Central de Bogotá”, de Beatriz González, la cual es una de las obras que los organizadores de la exposición consideran “políticamente más comprometidas”.
De acuerdo con información del periódico El Espectador, Martin Germann, quien es crítico alemán y también uno de los curadores de la exposición, contó que González decidió presentar obras recientes para poder tocar temas sociales y políticos del presente colombiano. “Su arte está socialmente comprometido y llega a lo más profundo de la vida cotidiana. Además, se informa críticamente a través de la historia del arte con citas del Minimal Art y el Pop Art”, añadió Germann.
Por otro lado, una persona que visitó la exposición comentó, por medio de su cuenta de Instagram, que lo que más le llamó la atención fueron los “muertos sin nombre” colombianos y citó la frase de Beatriz González que resume la esencia de su obra: “El arte nos dice lo que la historia no puede”.
Hay que tener en cuenta que la pandemia del COVID-19 y las nuevas políticas que esta situación sanitaria dejó afectaron las visitas a los museos de Japón. Por eso, el calendario original de ambas exposiciones fue ampliado y la obra de los dos artistas colombianos permanecerá en Tokio tres meses más de lo previsto.
Hace unos días, en una entrevista para la Agencia Efe, Beatriz González habló sobre esta exposición y mencionó que: “Los desaparecidos no tienen nombre, no tienen sitio, entonces yo pienso que darles un sitio de duelo a los desaparecidos es realmente una faena y estoy convencida de que eso va a darle una tranquilidad espiritual donde estén”.
Además de dejar su arte en el Cementerio Central de Bogotá, la artista acaba de presentar el libro “Beatriz González: Auras Anónimas”, un testimonio que recoge la lucha por salvaguardar el lugar, “para que no se olvide” lo que ha vivido y sufrido el país.
“Si no hacíamos un libro no quedaban consignados todos los avatares que hemos sufrido. Desde 2003, esto ha sido un sube y baja. Se necesitaba un libro que le diera fondo a todo el sufrimiento que ha habido alrededor de este sitio y a todo lo que se ha tratado de hacer y no se ha podido hacer”, añadió para Efe.
El libro también cuenta con un texto de Rubén Chabaco, el cual habla sobre los puntos de vista desde los que se pueden asumir los columbarios; un capítulo de Jorge Orlando Melo sobre la historia del Cementerio Central de Bogotá; otro texto del curador de arte Cuauhtémoc Medina sobre la obra de González como referente del arte plástico, y una cronología de Natalia Gutiérrez. “No hay que perder la esperanza. aproximarse a la historia del país y la memoria no es vano”, concluyó González.
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