El Ejército Nacional confirmó este fin de semana un nuevo enfrentamiento contra un grupo de tres hombres que, según los primeros datos, pertenecen a las disidencias de las Farc en el Valle del Cauca. Según el Batallón Palacé de la institución, los individuos estaban repartiendo panfletos en Buga.
De acuerdo con el general Miller Vladimir Nossa Rojas, comandante de la Tercera Brigada, que desarrolla funciones en ese departamento, se trata de miembros de la Compañía Adán Izquierdo que se desplazaban por el corregimiento Buenos Aires a bordo de una camioneta que había sido reportada como hurtada días antes en el municipio de San Pedro.
En su explicación sobre los hechos, el oficial reportó que “esta comisión se encontraba entregando panfletos y en medio de la reacción se inicia una persecución de 13 kilómetros y luego en un punto crítico por la presión, se ven obligados a bajar del vehículo e inicia el combate”.
Nossa señaló que los hombres identificados con los alias de ‘Andrés’, ‘Mao’ y ‘Arbey’ o ‘Francisco’ no sólo estaban entregando comunicados, sino también pintando grafitis con el objetivo de intimidar a los habitantes del corregimiento, cuando fueron sorprendidos y perseguidos por las autoridades.
Ante la imposibilidad de huir satisfactoriamente, los señalados disidentes abandonaron el vehículo y comenzaron a intercambiar disparos con el Ejército, sin que se presentaran heridos de ningún bando, ni captura alguna. Por el momento las autoridades no han ofrecido más detalles sobre el hecho.
Valga recordar que la Compañía Adán Izquierdo ha venido intensificando su actividad en el Valle del Cauca al punto de ser señalados de abandonar tres cilindros bomba en un cañaduzal de la vía El Cerrito-Rozo en Palmira, el pasado 9 de octubre. Días después se confirmaría que los mismos estaban peligrosamente cerca de la finca de la senadora y precandidata presidencial María Fernanda Cabal.
El hecho fue manejado inicialmente por una unidad militar del grupo de manejo de artefactos explosivos, Marte, quienes pudieron confirmar que se trataba de cilindros de 40 libras de peso, dejados a unos 50 metros de la carretera. Tras esto, procedieron a cerrar el paso de vehículos por la misma para proceder a desactivarlas.
Por su parte, el secretario de Convivencia y Seguridad del Valle Walter Camilo Murcia explicó al diario local El País que se trata de “explosivos que eran transportados y por la presión de los patrullajes conjuntos de Ejército y Policía fueron abandonados en la zona y detonados de manera controlada”.
Esto, sin embargo, no evitó que la senadora del Centro Democrático polemizara la noticia. La precandidata concedió una serie de entrevistas a medios en las que explicó las razones que llevan a pensar que se trata, posiblemente, de un intento por hacerle daño. Según relató a Semana TV:
“Se hizo una jornada de visitas en Cali y tuvimos una reunión muy concurrida en la finca que está en Cerrito. A los días siguientes encuentra el Ejército unos cilindros, no estaban activados, no tenían dispositivo electrónico, pero estaban resguardados en el alcantarillado que le da servicio a esa finca y al a finca vecina, muy cerca de la vivienda. Eso generó alertas”.
La congresista confesó que es cierto que la única fuente de sospechas en este momento es la ubicación del material, que fue desactivado el pasado domingo por un grupo de manejo de artefactos explosivos Marte, adscrito a la Tercera Brigada del Ejército. Esa misma autoridad desestimó que se tratara de la evidencia de un posible atentado en contra de la precandidata presidencial.
No obstante, y para insistir sobre la necesidad de redoblar esfuerzos investigativos en el caso de los cilindros, Cabal recordó que hay intenciones serias y muy amplias de hacerle daño, pues un operativo adelantado hace tres meses por el Ejército y la Policía habría descubierto más indicios, esta vez en un campamento del ELN en el Chocó. Estos tenían seguimientos a su familia, la ubicación por GPS de la misma finca y algunas fotos personales subidas a Instagram.
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