El viernes pasado, la junta directiva del Banco de la República, en cabeza del gerente Leonardo Villar, anunció la decisión de subir 50 puntos la tasa de interés, lo cual la posiciona en 2,50%. Por la pandemia, tal como también determinaron varios emisores a nivel mundial, se bajó la cifra y, por esa razón, no se registraba el porcentaje desde junio de 2020.
El aumento toma por sorpresa a los analistas y centros de pensamiento, quienes consideraron que el alza de la tasa de intervención consistiría en 25 puntos porcentuales. Un aumento de este tipo no se veía desde 2016, cuando el Emisor decidió incrementar la tasa de 6,50% a 7%.
En la junta, la decisión se tomó por una votación 5 a 2, donde la fracción minoritaria consideró que era mejor subir al cifra en 25 puntos básicos.
Sin embargo, según comentó Villar junto a José Manuel Restrepo, miembro de la junta por su rol como ministro de Hacienda, esto acude principalmente a un panorama económico mucho mejor de lo esperado para el último trimestre de 2021.
“Se percibe una economía con una tendencia de aceleramiento, incluso mucho mayor de lo que se había previsto hace un mes y este crecimiento requeriría un menor estímulo monetario, en perjuicio de lo cual la tasa de interés sigue siendo una política monetaria claramente expansiva”, indicó Restrepo, sobre la decisión de subir la cifra.
Sin embargo, la decisión está principalmente apuntada a bajar la inflación anual, la cual tiene una cifra ideal del 3% y que, para septiembre, alcanzó el 4,51%. Según Restrepo, esto es más alto de lo proyectado y acude a que en Colombia se cuenta con una menor capacidad productiva.
Por otro lado, Villar explicó que Banrep busca que esta cifra deje de trepar, ya que impacta directamente en los alimentos. Sin embargo, hay un buen indicio de que, con esta medida, se logrará mitigar el subidón.
“El mayor aumento de la inflación hoy se observa en los alimentos y lo que conoce como inflación básica ha tenido también un aumento importante pero se mantiene al rededor de 2,3% de crecimiento, que es inferior a la meta de inflación. Sin embargo, las condiciones en las cuales se están dando tantos aumentos en los precios internacionales empiezan a generar presiones sobre otro tipo de precios y empiezan a generar una indexación de los precios de los bienes que se afectan más con la demanda y las expectativas de inflación”, explicó Villar, según recogió el diario La República.
“Se espera que la inflación baje en 2022 y se normalice hacia el 2023, pero para eso hay que consolidar la credibilidad en las metas del Emisor y tener una política seria”, aseveró el funcionario.
Además, sobre la brecha productiva que existe en el país, “se cerrará, probablemente, hacia finales del 2022 y comienzos del 2023″.
Sin embargo, por el lado de la reactivación económica, los indicadores se vieron favorecidos por las medidas determinadas por el Gobierno. “El crecimiento económico refleja el fortalecimiento de la demanda interna, cuya dinámica ha sido favorecida en gran medida por la política monetaria, fiscal y regulatoria implementada desde inicios de la pandemia”, aseguró el Emisor en un comunicado.
Además, la proyección de crecimiento también subió, ubicándose en un incremento del Producto Interno Bruto (PIB) de 9,8% y 4,7% para 2022. En empleo, también se ha presentado mejoras que han incrementado significativamente el indicador que se vio afectado por la pandemia.
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