La hija menor de la pareja, una niña de ocho años, presenció el brutal homicidio que cometió su padre, un hombre identificado como Carlos Alberto Díaz Llinas, en contra de la madre. Con un machete le cercenó el cuerpo e incluso le cortó los dedos de las manos.
El aberrante feminicidio ocurrió el pasado domingo 24 de octubre en el municipio de Puerto Asís, Putumayo y solo hasta este miércoles la familia pudo enterrar el cuerpo de la víctima, una joven identificada como Lorena Patricia Bolaños Escorcia, de 29 años de edad, nacida en el corregimiento de Puerto Giraldo, municipio de Ponedera, en el Atlántico.
En ambos municipios ha generado consternación el crimen que dejó a tres niños huérfanos y al homicida capturado. Se trata de Carlos Díaz, un presunto abusador, que había vivido con la mujer desde hace 13 años, hasta que acabó con su vida en una brutal agresión.
Sobre las siete de la noche del pasado domingo, la comunidad del barrio Tequendama del municipio de Puerto Asís, alertó a las autoridades de la violencia que se estaba presentando en contra de una mujer, por parte de su pareja sentimental.
De acuerdo con la Fiscalía, el hombre llegó a la vivienda de la mujer y la atacó con el machete. Ella huyó para protegerse y llegó hasta la casa de una vecina, pero Díaz la persiguió hasta quitarle la vida. La comunidad, al ver la situación y los gritos de auxilio, llamó a la Policía.
Cuando las autoridades llegaron al lugar, encontraron el cuerpo cercenado de la mujer, con múltiples lesiones de arma blanca y el agresor le había amputado los dedos, según indicó una fuente judicial al medio Conexión Putumayo.
Bolaños Escorcia se encontraba con su hija menor, una niña de ocho años de edad, en el momento en que fue asesinada por Díaz. Al parecer, tras agresiones constantes por “celos”, la violencia detonó finalmente ese día aún en presencia de la menor.
“La niña presenció todo, ella le suplicaba al papá que no matara a su mamá y él, aun así, no se aguantó y siguió cometiendo el hecho delante de la niña”, aseguró una de las familiares de la joven víctima al diario El Heraldo.
Escorcia y Díaz tenían cuatro hijos, uno de 13 años, otro de 11 y la menor de 8, quienes quedaron huérfanos después del homicidio. Díaz fue capturado por las autoridades momentos después de cometer el crimen y en su poder aún conservaba el arma y manchas de sangre en sus prendas de vestir, según la Fiscalía.
Hacía cuatro meses, la pareja se había mudado a Puerto Asís, en el Putumayo, pero la violencia venía desde antes. Según contó uno de los familiares a Conexión Putumayo, el sujeto ya la había agredido con anterioridad.
De acuerdo con su testimonio, el hombre buscaba ejercer control sobre la mujer, asegurando que “era suya”, en episodios que la familia califica como “celos”. Además, por esa situación la amenazó reiteradamente de muerte y le habría propinado golpizas incluso en la presencia de los hijos.
Patricia Lorena Bolaños ya había interpuesto una denuncia por violencia intrafamiliar y, de acuerdo con la Fiscalía, el agresor tenía una orden de alejamiento y protección policiva y se habían separado desde hace un mes.
El tío de la víctima envió un mensaje a las mujeres dado el antecedente de violencia que había en la relación de pareja de Lorena Patricia y Carlos que resultó en un homicidio. “Le pido encarecidamente a todas las mujeres que cuando suceda la primera agresión por parte de su pareja o compañero sentimental, déjenlos”, señaló.
Carlos Alberto Díaz Llinas, el presunto homicida, fue judicializado por el delito de feminicidio agravado con circunstancias de mayor punibilidad y en audiencias preliminares aceptó su responsabilidad en los hechos. Por esta razón y con los argumentos del ente acusador, el hombre fue enviado a la cárcel. Fue trasladado a la cárcel La Picota, de Bogotá.
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