El pasado lunes 25 de octubre, el acalde de Medellín, Daniel Quintero, informó que la capital antioqueña está cerca de alcanzar la inmunidad de rebaño. Según lo que reveló el mandatario local, restarían tan solo tres semanas para que la comunidad pueda gozar de la tan esperada inmunidad colectiva frente a la pandemia de coronavirus. Expertos en temas de salud aseguraron que, aunque el paso en el que se avanza para llegar a este fin es firme, no hay que apresurarse a pintar un panorama del todo positivo. El diario El Colombiano, en una de sus más recientes notas, consultó a epidemiólogos que advirtieron que es mejor tomar el anuncio con calma.
“En tres semanas Medellín espera alcanzar inmunidad de rebaño. El Covid va quedando atrás. Un futuro próspero nos espera”, escribió el alcalde en su cuenta de Twitter mientras que, en una rueda de prensa, la secretaria de Salud, Andree Uribe Montoya, comentó, “nos acercamos a nuestra gran meta de inmunidad colectiva de vacunar 90% de la población con al menos una dosis, ya estamos en un 78% y la invitación es a toda la ciudadanía a que siga acercándose a los puntos de vacunación”.
En su diálogo con el diario El Colombiano, Yessica Giraldo Castrillón, epidemióloga y profesora de la Universidad CES, declaró que hablar de una inmunidad de rebaño, a estas alturas, es precipitado, teniendo en cuenta lo que se ha explicado desde la autoridad sanitaria internacional, por ejemplo la Organización Mundial de la Salud (OMS). Según ella, la inmunidad colectiva se da luego de que la mayoría de ciudadanos completen su esquema de vacunación, es decir, que tengan las dos dosis del medicamento que empezó a aplicarse durante este año, 2021. Hay que tener en cuenta, además, que existen variantes del virus como la Delta, que puso en alerta, de nuevo, a la humanidad.
“Hemos insistido en que la inmunidad colectiva se alcanza con el esquema completo (...) a estas alturas de la pandemia cada vez resulta más inadecuado estos temas tan regionalistas. No hay manera de conseguir una inmunidad colectiva, al menos duradera y que realmente sea protectora a largo plazo, de manera local o regional”, manifestó la epidemióloga ante el diario.
De acuerdo con los cálculos entregados a la prensa y a la opinión pública por parte de la administración local de turno, con la vacunación de 379.345 ciudadanos más la ciudad alcanzaría un porcentaje del 90 % de los ciudadanos cubiertos con solo la primera dosis, justamente, a lo que se refiere y contrapone en el debate Giraldo Castrillón. “Nos acercamos a nuestra gran meta de inmunidad colectiva de vacunar 90% de la población con al menos una dosis, ya estamos en un 78% y la invitación es a toda la ciudadanía a que siga acercándose a los puntos de vacunación”, aseguró Uribe Montoy.
El Colombiano, en su nota sobre el tema, también consultó a Carlos Agudelo, médico infectólogo y epidemiólogo de la Clínica Universitaria Bolivariana, quien, al igual que Yessica Giraldo, cuestionó la veracidad de lo dicho por el alcalde de Medellín y la secretaria de Salud. Para él, el término ‘inmunidad de rebaño’, es las declaraciones de ambos funcionario, tuvo un uso inadecuado. En la explicación que otorgó el especialista, se resaltó, particularmente, los porcentajes de efectividad de las vacunas.
El biológico de Pfizer, por ejemplo, tiene un nivel de funcionamiento positivo que asciende al 80% con una sola aplicación, lo que significa, aún así, que por más alta que sea su cifra, igual se considera insuficiente para cubrir el otro 20%. En ese caso, no se podría hablar de inmunidad, explicó Agudelo.
El periódico El Tiempo, que hizo una explicación desde su sección de salud, relató que conseguir la inmunidad de rebaño no se alcanza con vacunar al 70% de la población. Para argumentar la declaración el diario planteó cinco puntos diferentes. Inicialmente, dijo ese medio de comunicación no hay certeza de que todas las vacunas prevengan la transmisión en el mismo grado, tal y cómo lo comentó Agudelo a El Colombiano. “Las vacunas aprobadas hasta ahora son altamente eficaces para prevenir las enfermedades sintomáticas, los casos graves y la muerte por covid-19, no obstante, aún no está claro si todas las vacunas protegen a las personas de infectarse o de transmitir el virus a otros, lo cual plantea un problema para la inmunidad colectiva”, detalló el periódico.
A este primer argumento, El Tiempo sumó que la inmunidad de rebaño es difícil de conseguir porque, además de que la implementación de las estrategias de vacunación ‘es desigual a escala global’, hay existencia comprobada de nuevas variantes del SARS-CoV-2 ‘con comportamientos inmunológicos y epidemiológicos diferentes’. A esto se suma la incertidumbre sobre la duración temporal que otorga la inmunidad de los biológicos que se están aplicando, y las modificaciones en el comportamiento humano ante la ‘nueva realidad’.
Según explicó Antonio Guterres, secretario general de las Naciones Unidas, la inmunidad de rebaño se da solo si “se trata de una estrategia coordinada, creíble y en la que se han calculado los costos para que todos, en todas partes, salgan de la pandemia de COVID-19 (...) sin un planteamiento coordinado y equitativo será imposible mantener en el tiempo una reducción de casos en ningún país”.
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