“No habrá efectos negativos”: EPM responde a dudas de Superfinanciera por cambio de contratista en Hidroituango

La empresa detrás del polémico proyecto hidroeléctrico asegura que cuenta con la solvencia y los planes necesarios para evitar líos legales, financieros y de cronogramas. También señaló que el BID no ha manifestado intenciones de abandonar la obra

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Ituango, 5 de abril de
Ituango, 5 de abril de 2019. Cerca de un año de cumplirse la contingencia del proyecto Hidroituango, EPM avanza en su recuperación. (Colprensa - Sofía Toscano)

En la noche de este sábado 23 de octubre se produjo un nuevo desarrollo en la novela de Hidroituango: a pesar de haber emitido una respuesta rápida esta mañana, EPM, empresa que comisionó y administra el megaproyecto, acaba de publicar una nueva respuesta a los cuestionamientos elevados por la Superintendencia Financiera de Colombia, ante un posible cambio de contratista.

Valga recordar entonces que dicha entidad le había manifestado este mismo sábado a la empresa antioqueña que, “de llegarse materializar una cesión de los contratos asociados a la construcción del proyecto hidroeléctrico Hidroituango”, ejercerían sobre ellos efectos jurídicos y contables.

En ese sentido, el ente de vigilancia requirió la información sobre los efectos financieros, “particularmente sobre el flujo de caja y el perfil de riesgo de liquidez” del proyecto. Además, expresaron que es necesario conocer si los nuevos contratistas poseen “operaciones de crédito vigentes con instituciones financieras locales, extranjeras y multilaterales”, dado que estas podrían afectar las fechas de entrega que en principio se habían estipulado para uno de los proyectos más mediáticos de la historia reciente en Colombia.

Igualmente, la entidad pública solicitó información sobre posibles cambios “en el cronograma previsto para la finalización del proyecto e impactos financieros derivados de obligaciones futuras de prestación del servicio”.

Inmediatamente, EPM emitió un comunicado a la opinión pública donde asegura que en reuniones con el actual contratista, Consorcio CCC Ituango, se han “intentado resolver temas relacionados con costos, cronograma del proyecto” y que, tras esto, desde la empresa emprendieron un plan de acción para dar con soluciones en caso de que los constructores no respondan a rajatabla con las previsiones.

Igualmente aseguran que EPM “le propuso al Consorcio que, si es de su interés (...) postule lo más pronto posible empresas cesionarias que lo sustituyan en la ejecución del proyecto”, con lo que se aplazaría el contrato y se definirían nuevas acciones a tomar la próxima semana.

A pesar de ello, la empresa emitió un nuevo comunicado esta noche en el que aborda puntualmente a cada una de las dudas de la Superfinanciera, comenzando con el tema de los efectos jurídicos y contables que pueda llegar a producir la cesión de los contratos y que, desde su perspectiva, serían nulos, pues “la cesión contractual es una institución corriente dentro de la contratación pública y privada” y que está permitida.

Luego se refirió a los efectos financieros sobre el flujo de caja y el perfil de riesgo de la sociedad, garantizando que estos actualmente cuentan con unos niveles saludables gracias a la solvencia del Grupo EPM que tiene a la fecha un nivel consolidado de caja y equivalentes de efectivo de alrededor de $4,6 billones. “El contrato de crédito no incluye obligaciones por parte de EPM de mantener o no una(s) firma(s) contratista(s) especifica(s)”, agregaron.

En paralelo está la cuestión de los efectos sobre los contratos de operaciones de crédito vigentes con instituciones financieras locales, extranjeras y multilaterales, donde la empresa asegura que lo que se busca es garantizar la continuidad en la construcción de la hidroeléctrica, por lo que no sufriría golpes negativos ni con el Banco Interamericano de Desarrollo, que habría anunciado un posible retiro del proyecto en caso de presentarse el cambio de contratista, ni con otros similares que les hayan prestado dinero.

Lo anterior, debido a que “a la fecha el contrato de crédito se viene desarrollando en medio de la dinámica propia de este tipo de operaciones con entidades multilaterales. De hecho, existe un diálogo muy recurrente y, en opinión de EPM, positivo y constructivo. Incluso durante lo transcurrido de la presente semana se han desarrollado actividades tradicionales de seguimiento técnico por parte del Banco al avance de las obras”. No sobra recordar, entonces, que el saldo del crédito con el BID por Hidroituango es de 450 millones de dólares, en dos tramos, a plazos de 8 y 12 años respectivamente.

Por último está la cuestión del cronograma, que de acuerdo con la organización permanecerá intacto pues se buscará que la cesión del contrato y su respectiva prórroga, se dé a una o varias empresas que puedan lograr empalme integral y oportuno con el contratista actual para mantener el ritmo de ejecución. De esta manera, se cumpliría el compromiso de lograr dos unidades de generación para 2022 y dos para 2023. Esto, sin embargo, “se encuentra bajo el supuesto que no ocurran eventos externos materiales adversos o de fuerza mayor”.

Así las cosas, EPM estaría prácticamente garantizando que no existen razones para preocuparse. Igualmente, asegura que a la fecha no ha recibido ninguna notificación que indique el BID está preparando el terreno para terminar su participación con Hidroituango y cobrar la deuda, como se viene reportando desde ayer.

“La continuidad del proceso constructivo del proyecto, es un objetivo común del BID y de EPM que coinciden en que es una prioridad”, garantizó la empresa.

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