Flavia Dos Santos, otra famosa víctima de la inseguridad en Bogotá

La inseguridad en la ciudad de Bogotá es una de las quejas constantes de quienes habitan en la ciudad, pues los casos de atracos a comercios y ciudadanos son cada vez más comunes. Lamentablemente, de la misma forma aumentaron las víctimas mortales que son atacadas por los delincuentes con armas blancas o de fuego.

Si algo ha dejado en evidencia que estos hechos son una realidad y no una percepción de la ciudadanía es que de los robos puede ser víctima cualquiera, sin importar quién o qué. El crecimiento de la inseguridad ha quedado registrado en las historias de varios famosos que viven en Bogotá y han sido víctimas de los amigos de lo ajeno.

Sus casos no son diferentes a los que viven a diario muchos otros ciudadanos, pero sí es cierto que sus denuncias llegan a más personas, al ser ellos figuras públicas. En la cuenta de los famosos robados en la capital del país ya tenemos a Sebastián Villalobos, Juanse Quintero, Claudia Bahamón y Diego Camargo, los dos últimos con la particularidad de que fueron agredidos por los ladrones.

A Villalobos le raparon su celular y a Quintero le rompieron un vidrio del carro cuando estaba en el parqueadero de un restaurante de la ciudad.

Este viernes 22 de octubre, una nueva famosa se sumó a la lista de víctimas de la delincuencia en la capital. Se trata de la sexóloga brasilera Flavia Dos Santos, quien desde hace varios años trasladó su vida profesional a Colombia, donde se ha destacado por llevar su labor en los medios de comunicación, ya sea radio o televisión.

En las últimas horas, a Flavia le robaron uno de los espejos de su carro. Todo parece indicar que el vehículo de la sexóloga estaba en un parqueadero mientras ella se encontraba almorzando junto a Iván Lalinde y Margarita Ortega, tal y como lo mostró en su Instagram, minutos después, subió una foto del robo y se desahogó con un extenso texto sobre lo sucedido.

La brasileña comparó a Bogotá con Rio de Janeiro y reconoció sentirse decepcionada de la capital colombiana, ciudad en la que ha vivido por varios años. “Yo vengo de una de las ciudades mas peligrosas y violentas del mundo, Rio de Janeiro, y siempre decía en mi país, orgullosa, que me sentía dichosa con la tranquilidad que era vivir en Bogotá”, inició su texto la sexóloga.

Agregó que siempre estuvo feliz de vivir en la capital de Colombia, “a pesar de sus problemas, cotidianidad de cualquier ciudad grande, pero que al fin siempre resulta manejable”. Sin embargo, reconoció que ya no se siente así y que la entristece ver que Bogotá está “abandonada”.

“Hoy con huecos, malas vías, atracos y situaciones como esta, me entristece ver que de mis ciudades preferidas esta abandonada, maltratada y peligrosa!”, señaló Flavia Dos Santos agregando la imagen del espejo de su vehículo totalmente desmontado.

Luego la mujer procedió a agregar su reclamo a las autoridades, pues considera que al pagar a día sus impuestos, lo menos que espera es vivir tranquila en la ciudad. “Pago todos mis impuestos al día, en la esperanza de tener una ciudad que funciona, ademas creo que soy una buena ciudadana activa, pero nada que hacer cuando no hay dirigentes ni amor por lo que hacen!!!! Muy muy frustrante vivir así”.

Finalmente, Flavia Dos Santos etiquetó en su publicación a la Policía de Bogotá, aunque todavía no se sabe si la mujer hizo una denuncia formal.

Un hecho similar le sucedió al cantante y actor Juan Sebastián Quintero Becaría, a quien, afortunadamente, no le hicieron ningún daño físico, ni le terminaron robando nada, pero su carro pagó las consecuencias.

En un parqueadero de la ciudad, le rompieron un vidrio a su carro para ver qué se podían robar de su interior; sin embargo, en el carro no se había dejado nada que los delincuentes pudieran robar.

Con toda razón, al ver su carro dañado, el actor publicó un video bastante enojado. “A este ladrón le va la pu** madre que lo parió. Afortunadamente, no nos pudieron robar nada más porque no había nada más en el carro, pero qué mal genio, tienen huevo”, dijo el famoso colombiano agregando unos cuantos insultos más.

SEGUIR LEYENDO: