La mortandad de los peces en Luruaco, Atlántico, tiene preocupados a todos sus habitantes, cuyas familias se alimentan y obtienen ingresos económicos gracias a la pesca de estos que, en su mayoría, son lisas, bagres, chivos, entre otras especies. Según las autoridades de ese municipio, actualmente, centenares de familias ven en riesgo su seguridad alimentaria.
Los pescadores del municipio, el pasado miércoles, se levantaron con la sorpresa de ver a cientos de peces flotando en el agua. Este episodio ya había sucedido a principios de este año y los había afectado gravemente, razón por la que esta vez hicieron una nueva alerta de urgencia a las autoridades ambientales.
La información ha sido difundida por el presidente de la Asociación de pescadores en Luruaco, Humberto Correa, quien ha denunciado que en los alrededores de la laguna del municipio hay vendedores de gasolina o lavaderos de carros que utilizan productos químicos que terminan en el agua.
“Nos manifestaron que los peces habían fallecido por falta de oxígeno ya que hay un alga que consume mucho oxígeno en el cuerpo de agua de ciertos sectores de la laguna. Estamos preocupados porque en nuestra laguna existen muchos negocios de venta de combustibles”, citó Caracol Radio al presidente de la asociación,
Esta semana, a la ciénaga fueron varios trabajadores de la Corporación Autónoma Regional del Atlántico para verificar la situación tras conocer la denuncia que los pescadores estaban realizando. En la visita técnica, desde la entidad confirmaron que en el lugar encontraron peces juveniles que no pasaban de los 25 centímetros, ubicados en una zona cercana a la localidad.
Esa zona es conocida como La Puntica, hasta donde los animales eran arrastrados por los vientos. Los pescadores explicaron a los expertos que la muerte de los animales la empezaron a notar después de un fuerte aguacero que cayó este martes 19 de octubre. Entonces, señalaron que la posibilidad de que este fenómeno se haya dado por la lluvia, pues esta habría generado la suspensión de material particulado del fondo de la ciénaga.
“Lo anterior teniendo en cuenta que ésta, es un cuerpo de agua lentico al cual solo llegan de manera temporal (durante la época de lluvias) los tributarios denominados arroyo Limón, arroyo Montañez, arroyo Mateo y Barro”, explicó la CRA.
Ayari Rojano es una bióloga asesora de Recurso Hídrico de la entidad explicó que las fuertes precipitaciones de agua suelen provocar la remoción de los sedimentos de fondo por la acción de arrastre de las escorrentías. esto, según la experta, genera mayor presencia de materia orgánica para ser descompuesta por el sistema.
Este fenómeno aumenta la demanda de oxígeno en los microrganismos presentes en la ciénaga, generando también la falta de este. Es por eso que la bióloga señaló que esto puede producir interferencias en los procesos respiratorios de algunas especies, como es en el caso de los peces obstruyendo las branquias.
“A eso se suma la nubosidad, y la falta de sol, lo que reduce el intercambio gaseoso y la producción primaria que son las fuentes más importantes de oxígeno. El hecho de que la mortalidad está asociada a una especie, puede deberse a que los siluridos son peces con frecuencia asociados al fondo del ecosistema donde las condiciones relacionadas con el oxígeno son más sensibles por estar cerca del sustrato con alto contenido orgánico”, determinó Rojano.
El Heraldo habló con Nelson Llanos, habitante de La Puntica, quien les explicó la gravedad de la mortandad de estos animales para todos los ciudadanos de esa zona. Les dijo que más de 200 familias viven de la pesca de la lisa, el chivo, la mojarra amarilla, la cachama, entre otras especies, y que la pandemia aumentó la pobreza en estos hogares, así que esta situación los preocupa mucho más.
“Queremos que se adelanten las acciones correspondientes y que nos expliquen por qué se ha presentado en estas dos épocas del año, teniendo en cuenta la magnitud de esta afectación”, señaló Llanos.
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