El intento de secuestro de una bebé de dos meses de nacida a manos de una mujer que se había ganado la confianza de la mamá de la menor, produjo conmoción y pánico entre la comunidad Embera que sostiene una toma pacífica en el céntrico Parque Nacional Enrique Olaya Herrera de Bogotá.
Leandra Becerra, abogada de la comunidad Embera, manifestó su rechazo por el hecho y relató los pormenores del suceso a RCN Radio:
Este hecho que repudiamos, ocurrió sobre las 2 p.m. de este jueves, cuando esta mujer, vestida de enfermera, citó a la mamá de la menor para darle medicinas y ropa, allí en una maniobra tomó a la pequeña y se subió un vehículo y escapó
Durante este hurto, la madre de la pequeña no reaccionó a tiempo dado que fue sorprendida por lo imprevisto del ataque, fue otra mujer, también en estado de gestación, quien se atravesó sobre el vehículo para evitar la huida pero el chofer maniobró y se llevaron la bebé.
“Tras esta situación, la mujer pidió ayuda a un taxista que pasaba, él persiguió el carro y alertó a una patrulla que pasaba en una moto y así se logró evitar esta tragedia y fue rescatada la bebé”, prosiguió la jurista luego de los hechos.
Según algunos líderes de esta comunidad, la delincuente que trató de llevarse a la menor ya había venido varias veces a ofrecer ayudas y daba algunos elementos de aseo a las mujeres, lo cual le permitió ganarse su confianza.
“Después de las capturas fuimos a poner la denuncia y en la Fiscalía no había quién tradujera el testimonio de la mamá de la niña, además, tuvimos que pelear hasta para poder entrar a poner el denuncio”, recalcó Becerra, cuya labor de acompañamiento con los manifestantes, la ha transformado en vocera de sus causas ante las autoridades y los medios.
La abogada exigió a las autoridades tener en cuenta el enfoque étnico para el tratamiento con pueblos aborígenes del país.
De otra parte, la Policía Metropolitana señaló que estas dos personas capturadas quedaron en manos de la Fiscalía para continuar con el proceso de judicialización.
“Nuestro grupo Gaula acompaña la investigación para establecer los móviles de este hecho para ver si se trata de un rapto para comercialización o algún fin económico o si sencillamente se trata de algún tema psicológico de la mujer”, declaró el comandante de la Policía de Bogotá, brigadier general, Eliécer Camacho.
Con más de 1.200 personas asentadas en el Parque Nacional de Bogotá junto a varios menores de edad, la comunidad Embera alcanzó 21 días en el emblemático sitio.
Su situación es crítica, de acuerdo con un testimonio de Jairo Montañez, defensor de derechos humanos, quien detalló a El Espectador las condiciones en las que se encuentran los manifestantes: No cuentan con trabajos formales ni informales para garantizar las condiciones mínimas de vida y la mayoría son reconocidos por el Registro Único de Víctimas.
Para el Distrito Capital, en cabeza de su secretario de Gobierno, Luis Ernesto Gómez, la situación de la atención para los indígenas en Bogotá ha estado cubierta por la administración y ha insistido en un retiro concertado del Parque Nacional.
“Desde marzo del 2020 y en el marco de la emergencia sanitaria, la Alcaldía Mayor, en garantía de los derechos diferenciales étnicos, ha destinado 1.895 millones de pesos en el marco de la atención inmediata a 1.277 personas. Estos recursos fueron entregados a través de bonos canjeables por alimentos, transferencias monetarias del Programa Bogotá Solidaria en Casa, pago de arrendamiento y mercados”, señaló la Secretaría de Gobierno en comunicado de prensa.
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