Este jueves 21 de octubre, se conoció una nueva carta redactada por la defensa de los exmilitares capturados en Haití por el magnicidio del presidente de ese país, Jovenel Moïse, el pasado 7 de julio. La misma relata las condiciones de detención y el estado de salud de los 18 colombianos.
La misiva, explicó el diario colombiano El Tiempo, que la dio a conocer, tiene la intención de actualizar el estatus de los mercenarios ante la secretaria ejecutiva de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), Tania Reneaum Panszi. De hecho, se trata de la respuesta a una solicitud hecha por dicho organismo el pasado 14 de octubre.
Cabe señalar que, fue el abogado Juan Pablo Quintero López, representante de Germán Alejandro Rivera García, quien elevó la solicitud de medidas cautelares ante la CIDH a nombre de todos los capturados, y le explicó a ese periódico que la respuesta hace parte del proceso para que ese organismo decida o no proteger los derechos de los exmilitares.
En ese sentido, la misiva reporta que, “algunos de los colombianos detenidos han perdido más de 10 kilogramos de peso en razón a la dificultad de acceder a alimento, que es de muy baja calidad, y la poca agua que se les brinda en el establecimiento carcelario por parte de los encargados”.
De igual manera advierte, sin dar nombres propios, que al menos uno de los exmilitares está contagiado de tuberculosis dadas las pobres condiciones sanitarias en las que se encuentran recluidos. No se sabe, agregó, si está siendo tratado debidamente en este momento; o si por lo menos está aislado para evitar cadenas de contagio u otros problemas.
Valga recordar, entonces, que los detenidos ya habían denunciado a inicios de septiembre pasado que, “solo recibimos una comida al día y dormimos entre excremento humano, ratas y cucarachas”, siendo estas las principales razones detrás del deterioro en la salud de muchos.
No obstante, la situación de salud y alimentación no sería la única que aqueja a los reclusos por estos días. De hecho, la carta también expresa que habría un descuido por parte del Estado colombiano, representado por el cónsul honorario del país en Haití, Julio Santa, quien lleva por lo menos 20 días sin visitar la prisión para verificar el estado de los colombianos, servir de puente entre estos y sus familias y entregarles alimentos, medicamentos e implementos de aseo.
Eso se suma a que aparentemente las autoridades haitianas les prohibieron escribir, enviar y recibir cartas para sus familiares en Colombia, dificultando todavía más la labor de actualización de estado solicitada por la CIDH.
Otro tema tiene que ver con numerosos riesgos a su seguridad. “Los detenidos han venido siendo amenazados constantemente por parte de Jimmy Barbecue, un supuesto pandillero de la región; adicional a esto, denunció que los detenidos han sufrido tres atentados en contra de su vida e integridad personal al interior de la penitenciaria, esta situación ha sido puesta en conocimiento del Defensor del Pueblo en Colombia”, relató el defensor.
Por último, se sostienen otras denuncias hechas en septiembre pasado y que indican que a la fecha ninguno de los exmilitares ha sido presentado ante una autoridad judicial que legalice su detención o avance de alguna manera con el proceso judicial que debería lanzarse en su contra por el homicidio de Moïse.
De acuerdo con la carta reproducida por El Tiempo, “tampoco han sido vinculados formalmente a un proceso judicial, desconocen los delitos por los cuales se les acusa y les ha sido negada la representación judicial por parte de un profesional del derecho en procura de la defensa de sus derechos humanos”.
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