Los árbitros en Colombia han sido blanco de críticas y polémicas, pues uno de ellos es Wilmar Roldán, quien se ha caracterizado por provocar a la hinchada y en pitar algunas faltas que no eran o asimismo omitirlas.
Aunque ahora los partidos cuentan con el sistema del VAR, este no ha disminuido las actuaciones polémicas de algunos jueces, pero sí ha ayudado a ver las jugadas que pueden cambiar por completo el futuro de cada encuentro.
El salario de un árbitro varía a nivel mundial, pero en el caso de Colombia depende del cargo que se tiene dentro del partido, la trayectoria y en la división en la que se encuentre pitando, es decir, en la A o en la B.
Un juez en el país gana por partido arbitrado $2.148.000 y a un asistente le pagan $1.504.000 y el cuarto árbitro $216.000. Todos tienen derecho a hotel y tiquetes aéreos en el destino del partido. El monto del pago baja casi a la mitad, cuando se habla dirigir un partido en el torneo de la Primera B del país.
El juez central recibe $1.074.000, los asistentes, $752.000, y se le suma a este pago el auxilio de transporte, y el cuarto árbitro, $159.000, cuando hace parte del colegio del equipo local, sino es así, le pagan lo mismo que a los asistentes.
Uno de los árbitros que más ha estado en el ojo del huracán por polémicas tanto con jugadores como con las diferentes hinchadas, pero que es uno de los pioneros, es Wilmar Roldán, quien se ha visto involucrado en malos tratos con varios jugadores.
De hecho, la última vez que se supo de una acción violenta por parte de Roldán hacia unos jugadores fue el pasado sábado 31 de julio cuando le correspondió asumir el partido de Deportivo Cali versus Atlético Bucaramanga.
Para este encuentro el árbitro antioqueño volvió a hacer centro de críticas por parte de analistas arbitrales colombianos, entre ellos, José Borda de Caracol Radio, quien dijo por qué debe ser sancionado por parte de la Comisión Arbitral.
De acuerdo con lo hablado entre Caracol Radio y Futbolred, José Borda tildó la acción del árbitro como “actitudes agresivas” contra los jugadores que deben recibir sanción. Además, el analista se tomó el tiempo de recordar una de las situaciones más polémicas de Roldán, la cual sucedió en 2019 con Juan Carlos Osorio cuando, el entonces entrenador de Atlético Nacional, fue castigado por dos meses tras un manotazo al árbitro John Hinestroza, este encuentro se dio en el partido de ida de los octavos de final de la Copa Colombia.
“Esas actitudes agresivas no las puede tener un árbitro de ninguna categoría, donde se empujan a los jugadores, donde se pegan manotazos. Eso no lo puede hacer por el hecho que esté revestido de poder. Que él sea la autoridad no le da derecho a que agreda, le pegue o empuje a los jugadores. Hay que respetar, si el árbitro exige respeto a jugadores y técnicos, también tiene que respetar”, le confesó Borda a Futbolred.
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