En horas recientes, el portal RCN Radio hizo un panorama general de lo que ha sido para algunas niñas indígenas de Risaralda pasar por practicas tan crueles como la ablación o mutilación genital. De acuerdo con lo que reportó la emisora, de la mano de las declaraciones del Durguez Espinosa, diputado del partido político Centro Democrático para ese departamento, en el 2020 diez niñas fueron sometidas a este procedimiento que acumula cientos de víctimas en el mundo. El informativo recalcó que aunque han sido múltiples las acciones por parte de autoridades para evitar este tipo de violencia contra el cuerpo de las mujeres, todavía se sigue haciendo, específicamente, dentro de comunidades indígenas embera.
“Habla que desde el año 2005 y hasta el año 2020 se han practicado en Pueblo Rico 141 casos de ablación, una mutilación genital femenina, dicho de otra manera, es el corte del clítoris con una cuchilla que le hacen a las mujeres indígenas. En el año 2020 fueron diez y el 2019 cuatro”, aseguró el diputado risaraldense en testimonios recopilados por ese medio de comunicación que, además, se basaron en el reporte entregado por la ESE hospital de San Rafael de Pueblo Rico.
De acuerdo con información de la DW (Deutsche Welle), en un total de 28 países de África, en la Península Arábiga y en algunas partes de Asia se practica la mutilación genital femenina, esto, en otras cifras, detalla que cada 11 segundos una niña en el mundo es mutilada. Ese medio de comunicación reveló que, en la actualidad, en el mundo, alrededor de 200 millones de mujeres viven con genitales mutilados o extirpados.
En 2019, y a pesar de que en 2008 se puso en marcha el programa de la ONU llamado ‘Embera wera’, que buscaba generar consciencia sobre lo peligroso de esta práctica, se conoció el caso de una de las cuatro niñas que fueron sometidas a aquel procedimiento, en la vereda Ortumacas, en el municipio de Pueblo Rico.
En 2008, de acuerdo con lo que explican diferentes medios de comunicación, se creo que proyecto de pedagogía sobre lo negativo de ablación porque, un año antes, en el 2007, se supo de la muerte de dos menores que habrían fallecido por esta práctica. La mutilación de genitales, al ser un proceso ilegal y realizado bajo condiciones lejanas a las reglas básicas sanitarias o clínicas, puede traer consigo hemorragias de sangre o infecciones graves. La iniciativa ‘Embera Wera’ tuvo dentro de sus integrantes a más de 25.000 indígenas de los resguardos de Pueblo Rico y Mistrató
“Es preocupante ya que se había acordado que no se volvería a realizar este tipo de acciones porque va en contra de los derechos fundamentales de las niñas indígenas. El compromiso es que vamos a tomar todas las acciones pertinentes y la Comisaría continuará brindado apoyo psicosocial”, indicó Mónica Vargas, comisaria de familia de Pueblo Rico, por aquel entonces, en una entrevista con la W Radio.
En un reportaje hecho por Andrea Leguizamón y Laura Becerra, para el periódico El Tiempo, ambas periodistas resaltaron que en la zona se le conoce a esta práctica como el ‘corte de callo’. Durante el 2014, según la investigación de ambas comunicadoras, en la zona se practicaron 33 extirpaciones de clítoris. La cifra llegó a oídos de las dos periodistas por parte el Hospital San Rafael, en su sede de Pueblo Rico.
A pesar de que fue la misma Organización de las Naciones Unidas (ONU) la que calificó esta práctica como una clara violación a los derechos humanos, para las personas que ejecutan el procedimiento de ablación, de acuerdo con el reportaje del diario, se trata de una práctica que permite que las mujeres mantengan la fidelidad en su matrimonio, además de ser un sinónimo de pureza.
El consejero Mayor Indígena de Risaralda, William Nayaza, detalló RCN Radio, aseguró que se encuentran en medio del proceso de identificar a las personas culpables de las ablaciones realizadas en años recientes para, según él, poner fuertes castigos en su contra.
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