Según un reciente reporte de la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico) se analiza que, tan solo en Colombia para marzo de 2020 habían cerrado 53.717 instituciones, 82% públicas y 18% privadas. Y es que cerca de 17 meses de la interrupción en la educación presencial causada por el covid-19 el pasado mes de agosto se iniciaron las clases presenciales en Colombia, escuelas públicas y privadas retomaron el ciclo escolar para el último semestre de 2021.
Durante estos meses en los que las cuarentenas eran más estrictas y el pico de contagio acelerado, la educación, ya sea a nivel básico, medio o superior se vio afectada por la implementación acelerada y con una estructura de la enseñanza a distancia, sin posibilidad de un periodo de transición o ajuste.
Aunque el aprendizaje a distancia permitió que muchas instituciones y redes siguieran funcionando, y que muchos estudiantes continuaran con sus estudios sin mayores interrupciones, esto no ocurrió de manera homogénea y, en muchos casos, los estudiantes y/o las instituciones no han logrado mantener el nivel de aprendizaje que solían tener.
¿Cómo solucionar el retraso educativo que trajo la pandemia?
Para minimizar este escenario, D2L líder en tecnología de aprendizaje y enseñanza, realizó un estudio donde destaca tres temas estratégicos que son los desafíos del sector educativo respecto a la actualización de las prácticas docentes y el alineamiento de las metodologías con las exigencias del mercado y de la sociedad de la información.
Equidad educativa: cuando hablamos de educación básica, es necesario promover las condiciones indispensables para que los alumnos estudien y esto solo es posible mediante la creación de políticas públicas que valoren la equidad educativa. No solo es necesario garantizar que todos los estudiantes tengan acceso a los medios digitales, sino también desarrollar un proceso de aprendizaje más igualitario, justo y accesible. Para ello, debería existir unión entre los gobiernos distritales, municipales y departamentales, así como de la iniciativa privada.
Tecnología educativa: utilizar herramientas tecnológicas para mediar en el proceso de aprendizaje, como implementar listas de habilidades individuales, ofrecer tutorías, controlar el progreso de los estudiantes, facilitar la gestión de actividades y evaluaciones, promover la personalización de la experiencia de aprendizaje, y permitir la enseñanza a distancia y la enseñanza híbrida.
La universidad del futuro: se trata de una estrategia que pretende adaptar el proceso de enseñanza superior a las nuevas demandas y a los nuevos perfiles de estudiantes que llegan a las universidades. En la práctica, consiste en brindar un itinerario de aprendizaje más personalizado a los estudiantes, en función de sus competencias personales, reduciendo la brecha entre lo que se aprende al graduarse y las demandas que exige el mercado laboral.
Por lo tanto, la aceleración de las iniciativas de equidad y la valoración de la universidad del futuro mediante la inclusión de tecnologías educativas son una oportunidad para que las instituciones exploren, de mejor manera, las nuevas posibilidades de un proceso de enseñanza impregnado por opciones de personalización y soluciones digitales para resolver los déficits educativos y minimizar las desigualdades.
Teniendo en cuenta los desafíos relacionados con la educación durante la pandemia de COVID-19 y la necesidad de recuperar el tiempo perdido, los directores de los centros educativos deben considerar la adopción de nuevas metodologías de enseñanza centradas en la personalización.
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