Andrés Cepeda, Juanes, Carolina Guerra y otros artistas se unieron a la campaña ‘Infancia reclutada’: un llamado a tomar consciencia sobre los niños víctimas de reclutamiento forzado en Colombia

Según el ICP, el reclutamiento forzado fue una práctica sistemática en el conflicto armado colombiano y que, lo más lamentable de todo, sigue sucediendo

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Personalidades colombianas se unen a
Personalidades colombianas se unen a campaña que busca la verdad sobre el reclutamiento forzado de menores a las guerrillas

En horas recientes, el cantante bogotano, Andrés Cepeda, hizo público un video, a través de sus redes sociales, en donde se ve a múltiples personalidades colombianas relatando las crudas historias de niños y jóvenes que, en su momento, se vieron obligados, bajo la violencia, a ser parte de las filas de guerrilleros de diferente grupos armados al margen de la ley. El video, de poco más de tres minutos, que se encuentra en la página oficial de YouTube del Instituto de Ciencia Política Hernán Echavarría Olózaga, resalta que más de “13 mil niños, niñas y adolescentes fueron reclutados y utilizados para el conflicto armado en Colombia”.

El video, que lleva por título ‘¿Para qué nos llevaban?’, hace parte de un informe que se tituló ‘Infancia reclutada’, en donde se exponen las atrocidades en las que miles de menores de edad del país se vieron envueltos en el conflicto armado colombiano, en contra de su voluntad. Con la ayuda de Andrés Cepeda, Juanes, Carolina Guerra, Juan Pablo Raba, Yaneth Waldman, Taliana Vargas, Daniel Samper Ospina, Claudia Palacios, Carolina Cruz, Catalina García, Patricia Castañeda, Fernando Montaño, Mabel Lara, Ángela García, y Anggie Bryan, se relató, en primera personas, las agrias anécdotas de varios niños y jóvenes que pasaron varios meses de su vida, en el monte, obligados a portar fusiles.

Los testimonios interpretados por las personalidades previamente mencionadas son basados en relatos reales que el ICP recogió en las más de 700 entrevistas que le hizo a las jóvenes víctimas de este flagelo. Hoy, estas personas trabajan para vivir en sociedad y superar los traumas que le dejó el conflicto armado nacional.

La primera historia, relatada por la actriz Patricia Castañeda, refleja los padecimientos que tuvo que sufrir una niña de 13 años cuando fue reclutada por la guerrilla. Según contó Marcela, nombre de la niña, en la voz de Patricia, además de ser obligada a pertenecer a estos grupos, ella y sus compañeros eran adoctrinados para convencer a otros niños para que se unieran a ellos, y tomaran las armas. A ella y los demás niños y jóvenes les entregaban informes nuevos, y a ella y a las otras niñas, les entregaban maquillaje. “Nos ponían bonitas”, cuenta Marcela desde la voz de Yaneth Waldman.

Claudia Palacios, periodista, explicó que a los colegios de diferentes zonas del país llegaban hombres armados a dar charlas sobre sus organizaciones criminales. El actor Juan Pablo Raba, que prestó su voz para narrar la historia de un joven reclutado a los 16 años, contó como, en ocasiones, adolescentes eran convencidos bajo falsas propuestas económicas para que aceptaran irse con ellos, así como promesas de que, en caso de que quisieran desistir, podían hacerlo en cualquier momento.

Juanes y Andrés Cepeda relataron la historia de un menor de nueve años que, por supuesto, sin saber que hacía parte de un sangriento y criminal grupo, hacía favores que le pedían sus comandantes como, por ejemplo, llevar armas de un lugar a otro. Por su parte, Taliana Vargas le prestó su voz a una víctima de 12 años que contó como, en alguna ocasión, le habían ordenado poner bombas en una carretera, bajo el argumento de que ‘los niños son más ágiles’. De la misma manera, contó Daniel Samper y Mábel Lara, los niños eran obligados a sacar información del ejército, y a matar soldados ‘si era necesario’. Los menores, a su vez, eran enviados a ‘recaudar impuestos’, como le decían los criminales a la extorsión.

Carolina Guerra, Catalina García y Carolina Cruz, por su parte, le prestaron su voz a tres menores que fueron abusadas sexualmente por parte de hombres dentro de aquellas organizaciones. Guerra, conmovida casi al llanto, contó la historia de una joven en Tumaco que tuvo que hacerse pasar por muerta para evitar que hombres armados la siguieran torturando con un machete.

Según manifestó el Instituto de Ciencia Política en su estudio ‘Infancia Reclutada’, el reclutamiento forzado fue una práctica sistemática y, lo más lamentable, es que todavía, explica, sigue sucediendo. Con este proyecto, según los objetivos revelados por el ICP, se pretende que los responsables de estos crímenes digan la verdad y reparen a sus víctimas.

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