El engaño para cometer delitos en contra de la población está a la orden del día en llamadas telefónicas, mensajes de texto, personas en la calle o incluso detrás de la autoridad. Así lo dejó en evidencia la desarticulación de una nueva banda que se disfrazaba de policías para atracar en Bogotá.
Las autoridades descubrieron a los presuntos delincuentes cuando acababan de hurtar una vivienda en el Prado Veraniego, en la localidad de Suba. Allí dieron captura a tres hombres que fueron identificados como Diego Alexander Castillo Extremos, Samuel Rodríguez Díaz y Jeison Acevedo.
De acuerdo con la Fiscalía, la captura fue presentada como flagrancia y en poder de los tres detenidos se hallaron tres armas de fuego que completaban su disfraz, portaban un supresor de sonido para silenciar los disparos y un inhibidor de señal. Además portaban tres chaquetas de color verde fluorescente con logos de la Policía Nacional.
Esas chaquetas, como las del viejo uniforme de la institución que aún está en uso, eran las que portaban los presuntos delincuentes para cometer los hurtos. La investigación de la Fiscalía señala que, al parecer, los tres hombres capturados se vestían como policías para ganarse la confianza de las víctimas e ingresar a las viviendas para llevarse sus pertenencias. Además, portar el uniforme les impedía levantar sospechas a la hora de los robos.
Este tipo de hurto lo cometerían principalmente en la localidad de Suba y el norte de Bogotá, como el barrio Prado Veraniego donde finalmente fueron detenidos. Posteriormente fueron presentados ante un juez para iniciar su judicialización.
Según el el fiscal José Manuel Martínez, de la seccional Bogotá, en las audiencias, el ente investigador le imputó los delitos de hurto calificado y agravado, utilización ilegal de insignias y fabricación, tráfico, porte o tenencia de armas de uso privativo de las Fuerzas Armadas.
Pese a que las capturas ocurrieron en flagrancia y se encontraron las pruebas, los capturados no aceptaron los cargos. Sin embargo, el juez con función de control de garantías que conoció el caso les impuso medida de aseguramiento en centro carcelario.
La modalidad no es nueva. En los últimos meses las autoridades han logrado la desarticulación de bandas que utilizan el mismo método de suplantación para detener camiones en la vía y hurtar los vehículos. Así mismo, hace pocas semanas se conoció un caso en la localidad de Usme de hurto a viviendas.
Según el Ojo de la Noche de Noticias Caracol, el hecho se presentó en el barrio Danubio Azul, donde las víctimas denunciaron que los individuos se hicieron pasar por uniformados de la institución y con armas de largo alcance como fusiles, amedrentaron a un hombre, su esposa e hijo de 10 años, que se disponía a salir a estudiar.
Dice el informe del noticiero, los criminales detuvieron al menor, mientras cometían la fechoría, llevándose consigo $35 millones de pesos, celulares, ropa e incluso varios perfumes; los sujetos retuvieron al niño para evitar que él o la madre llamaran a las autoridades.
Al menos por una hora, los malhechores tuvieron tiempo para recorrer la vivienda, adueñarse de las ganancias del comerciante e intimidar a la esposa y a su pequeño.
El comerciante se pronunció al respecto, contó que afuera de su casa habían motos de Policía, por lo que no descartan que los ladrones contaran con el apoyo de las verdaderas autoridades para el delito; también narró varios de los angustiantes momentos que vivieron por culpa de los delincuentes.
De acuerdo con las cifras de seguridad en Bogotá, el hurto a residencias ha tenido una reducción de enero a agosto en comparación del mismo periodo entre 2020 y 2021. Hasta ese mes, durante el actual año, se han presentado 4922 casos y la localidad más afectada es Suba con 686, seguida por Kennedy que registró 654 y Engativá con 564.
SEGUIR LEYENDO: