El pasado 18 de febrero, Andrés Felipe Román, lateral derecho de 26 años de edad, estuvo cerca de vestir la camiseta del Boca Juniors de Argentina, uno de los equipos más grandes del continente. No obstante, previo a la firma del contrato, el club Xeneize dio a conocer que le detectaron una miocardiopatía hipertrófica, razón por la cual no se cerró el traspaso.
Ante el diagnóstico en Argentina, Millonarios sometió a Román a una valoración médica en la Clínica Shaio, en el norte de Bogotá, que incluía electrocardiograma, ecocardiograma y cardiorresonancia. Y el concepto de la junta médica tras los resultados es que “no se puede concluir un diagnóstico de miocardiopatía hipertrófica”.
Mediante un comunicado de prensa, el equipo embajador informó:
No se cumplen otros criterios imagenológicos igualmente característicos, además que el paciente no ha tenido síntomas cardiovasculares de ningún tipo durante su desempeño deportivo, así como tampoco tiene antecedentes familiares de la enfermedad.
Millonarios, que manifestó acompañar al joven bogotano integralmente durante este proceso de diagnosticar con certeza sus afecciones en salud (si las tiene), también aseguró que el futbolista debía suspender sus actividades de alto rendimiento durante tres meses:
“Se realizarán exámenes genéticos en laboratorios especializados en el exterior para encontrar mutaciones de secuencias de ADN, que sumados a la consideración de los especialistas de suspender el ejercicio de alto rendimiento por tres meses (desacondicionamiento controlado) y con exámenes adicionales cardiovasculares y físicos, se permita alcanzar una conclusión definitiva”, añadieron.
Tras la decisión tomada por Boca Juniors y el revuelo generado en el debate público, lo que declaró Guillermo Brotman, jefe del departamento médico de los xeneizes, a W Radio, fue que la miocardiopatía hipertrófica que Román padece, según el club, le impide hacer deporte de alta competencia. “Está totalmente contraindicado, pues es la principal causa de muerte súbita”, señaló en su momento.
Esta noticia no solo fue un golpe bajo para el talentoso jugador colombiano, sino para el técnico Miguel Ángel Russo, quien en ese momento era el técnico de Boca y lo había solicitado a la dirigencia del club como refuerzo para esta temporada. De hecho, fue él quien lo hizo debutar como profesional en Millonarios, conjunto al que dirigió entre 2017 y 2018.
El mismo día en que Boca Juniors afirmó que Román no superó los estándares médicos, el lateral iba a ser presentado, dado que se cerraba el mercado de fichajes a las 6 p. m., en el mítico estadio La Bombonera, donde al parecer Russo se quedó esperándolo.
Luego de varios meses de permanecer en el limbo, Román regresó a los terrenos de juego y se concluyó que el diagnóstico de los médicos de Boca fue erróneo y se trataba de un corazón de atleta. Lo que significó que pudo volver a las canchas e incluso hizo parte de las convocatorias de Reinaldo Rueda para la triple jornada de Eliminatorias del pasado mes de septiembre.
Ante esto se aseguró en las últimas horas que Millonarios iniciaría una demanda ante Boca Juniors por daños y perjuicios tras el errado diagnóstico. Sin embargo, desde Argentina buscaron a las directivas azules para aclarar la información y, al parecer, todo quedaría en un rumor.
Enrique Camacho, presidente de Millonarios, aseguró en declaraciones para TyC Sports que es falsa esa información. “No sé de dónde salió eso”, manifestó.
Lo cierto es que, desde su regreso a las canchas, Román ha sido uno de los jugadores azules más destacados del equipo y ha retomado el nivel mostrado hasta antes del infortunio padecido. En la actual Liga Betplay acumula 291 pases buenos para una precisión del 81.1%, 2 goles, 1 asistencia, 10 chances creadas, 11 quites ganados y 14 pases intercepciones de balón.
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