El Ejército Nacional confirmó, este viernes15 de octubre, un nuevo ataque en contra de miembros de esa institución en zona rural de Tibú, Norte de Santander, área que ha estado en el ojo del huracán durante la última semana a causa del accionar de las disidencias de las Farc. El hecho dejó un soldado muerto y otros cuatro heridos.
Según reportó la Trigésima Brigada del Ejército, el hecho se registró “en horas de la mañana, cuando las tropas desarrollaban labores de erradicación de cultivos ilícitos en la vereda El Mirador, área rural del municipio de Tibú, Norte de Santander, fue activada un área preparada con artefactos explosivos improvisados, instalados por grupos armados organizados”.
La víctima fatal fue identificada como el soldado profesional Jhon Byron Angulo Angulo, de quien todavía no se conocen más detalles personales. Tampoco fueron reveladas las identidades de los militares heridos, más allá del hecho de que se trata de un suboficial y otros tres soldados profesionales, quienes fueron evacuados de urgencia a un centro médico de Cúcuta, donde a esta hora reciben atención médica especializada.
Con ello, la institución castrense señaló que, “Repudiamos estás cobardes acciones que demuestran la violación flagrante de los derechos humanos y la infracción a las disposiciones contempladas en el derecho internacional humanitario, al hacer uso de medios de guerra no convencionales, e instauraremos la denuncia ante las autoridades competentes Los grupos armados organizados continúan instalando artefactos explosivos de manera indiscriminada para atentar contra la población civil y la Fuerza Pública”.
Igualmente, manifestó que no escatimará esfuerzos para ubicar a los responsables del ataque. En ese sentido, hay que señalar que todavía no se han señalado posibles perpetradores, pero no hay que descartar que el mismo haya sido planeado por el Frente 33 de las disidencias de las Farc, liderado por alias John Mechas.
A fin de cuentas ese es el grupo que viene siendo perseguido desde el pasado fin de semana por asesinar a dos jóvenes venezolanos de 23 y 15 años, quienes intentaron robar una tienda de ropa en Tibú.
Valga recordar que, según el relato oficial, ambos fueron descubiertos por comerciantes y mototaxistas de esa población, que terminaron reteniéndolos y atacándolos a golpes. Tras esto, los ataron de manos y les colgaron carteles con la palabra “ladrones”, para llevarlos a la estación de Policía del pueblo.
Fue en ese trayecto que la masa fue abordada por hombres armados y en moto, quienes, como relató el coronel Carlos Martínez, comandante de la Policía en Norte de Santander, “se llevan a estas personas y los asesinaron en las afueras del municipio, haciendo justicia por mano propia”. Los cuerpos fueron hallados posteriormente en la salida de Tibú hacia El Tarra.
De las víctimas de ese hecho sólo se conoce la identidad del adulto, Jackson Enrique Arriaga Parra, quien había nacido en Los Teques, en el estado de Mérida, Venezuela; pero pasó la mayor parte de su vida junto a su madre en Las Virtudes, una de las localidades que componen el municipio Tulio Febres Cordero en ese mismo estado.
Arriaga, que además tenía una hija de tres años, dejó su hogar con rumbo a Cúcuta buscando mayor estabilidad económica para sí y su familia, encontrando en cambio la muerte, mientras se disponía a robar una tienda de ropa en compañía del otro joven, que había llegado a la zona hace dos años y se desempeñaba como raspachín de coca.
A estos se suma hoy el soldado Angulo, sobre quien el Ejército concluyó que “este Comando lamenta la muerte de nuestro héroe y envía un sentido mensaje de solidaridad a su familia, al tiempo que adelanta con ellos el respectivo proceso de acompañamiento en este difícil momento. Así mismo, se espera la pronta recuperación de nuestro personal herido”.
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