El debate por las tierras en Colombia que tiene como foco al senador y precandidato presidencial Gustavo Petro sigue encendido. Luego de que el político asegurara que de llegar a la Presidencia de la República le compraría las tierras al expresidente Álvaro Uribe para ponerlas a producir alimentos, la escritora Carolina Sanín lo cuestionó fuertemente por decir que le gustaría revivir una ley que precisamente viene del mismo gobierno de Uribe y que tiene la finalidad de que el Estado compre o expropie tierras improductivas.
“Esta ley la impulsó Álvaro Uribe. Me parece la base de un pacto. Es el pilar legal para democratizar la tierra fértil de Colombia, es decir, para que la posean millones de mujeres, y hacerla productiva y generadora de alimentos”, sostuvo Petro sobre la ley en mención, que fue promulgada en 2007 pero que la Corte Constitucional tumbó años después.
Un artículo de esa ley dicta que la Unidad Nacional de Tierras, con el fin de “estimular el mejoramiento de la productividad y la estabilidad de la producción agropecuaria”, podrá comprar inmuebles rurales improductivos de propiedad privada, “por el valor que aparezca registrado en el avalúo catastral del respectivo predio empleado como base para la liquidación del impuesto predial correspondiente al año inmediatamente anterior”.
Y agrega: “Cuando el propietario no acepte expresamente la oferta de compra, o cuando se presumiere su rechazo de conformidad con lo dispuesto en el inciso segundo del numeral 5 del artículo 135 de la presente ley, la unidad procederá a ordenar que se adelante el proceso de expropiación”.
Una polémica dentro del debate sobre la expropiación que tanto le achacan al político de izquierda, pero que este, apoyó este viernes al decir que le gustaría revivir la ley en mención.
“Le propongo a Álvaro Uribe que revivamos esta ley”, sostuvo Petro.
Trino que no dejó pasar por alto la escritora Carolina Sanín, que en mucho puntos apoya a Petro, pero que en esta ocasión, tomó distancia.
“Esa ley de Uribe favorece precisamente la acumulación de tierra. No habla de redistribución ni de limitación del latifundio, en el texto que muestras. Habla de productividad. Precisamente afectaría al pequeño propietario. No seas demagogo”, le dijo Sanín a Petro.
La respuesta de Petro fue igualmente dura y le dijo a la escritora que estudiara más. “¡Ay Carolina! Un poco más de estudio. La tierra en Colombia tiene baja productividad no por el campesinado, sino por los terratenientes improductivos: una vaca cada dos hectáreas. Volver la tierra productiva implica entregar tierras a los campesinos y al empresariado agrario”, escribió el líder de Colombia Humana.
Así mismo, le pidió que se leyera la Ley 200 de tierras de 1936 de López Pumarejo en la Revolución en marcha y la violencia que siguió en el país, desatada por el conservatismo feudal para detenerla.
Sobre lo primero, Sanín le preguntó a Petro: “Y a cuántos acólitos hiciste decir, con esto, “Bravo, mande a estudiar a esas viejas, que no saben nada, ni qué es la tierra, ni qué es una vaca, ni qué significa el campesinado”. Y agregó de manera sarcástica: “¡Viva el caudillo, que las pone en su sitio!”.
Y agregó: “Gustavo, yo estoy de acuerdo contigo en la reforma agraria, y conozco la historia (no eres el único colombiano). Estoy criticando la ley que apoyaste, de Uribe, pues esa ley —por tercera vez— no tiene NADA que ver con la redistribución justa de la tierra. Terco, terquito”.
En una crítica aparte, Sanín sostuvo que si bien está de acuerdo en muchas cosas con Gustavo Petro no soporta su demagogia y la manipulación facilista que hace de tantas ideas. “Mejor lo silencio para no caer en la tentación de objetarle todo, pues lo irrito demasiado y le sale el macho y a mí me sale la insidiosa. Besos”, dijo.
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