Si bien los aficionados al estadio Metropolitano Roberto Meléndez portaron su tapabocas y acudieron al recinto deportivo barranquillero con su carnet de vacunación respectivo, llamó la atención que durante el enfrentamiento contra Ecuador por la fecha 12 de las eliminatorias Conmebol, los seguidores de la selección Colombia fueron sorprendidos lanzando objetos desde la gradería hacia el terreno de juego.
La impotencia y frustración de los fanáticos se apoderó de seguidores de Colombia que comenzaron a arrojar botellas y lanzarle improperios a los futbolistas ecuatorianos y al árbitro peruano Diego Haro. Inmediatamente el futbolista Radamel Falcao García medió con la hinchada para que frenaran las agresiones que exponían la integridad del conjunto rival.
La pésima conducta de los asistentes durante el partido en Barranquilla dejo en evidencia una problemática asociada al barrismo en Colombia. Las graderías del estadio Metropolitano Roberto Meléndez que estuvieron habilitadas con el 75 % de su recibieron a unos cuantos aficionados de Ecuador sin inconveniente. Se comportaron de forma aceptable durante el inicio del compromiso incluso con la presencia del presidente de la Fifa, Gianni Infantino, y el presidente de la Federación Colombiana de Fútbol (FCF), Ramón Jesurún.
En la transmisión en directo para Colombia, el comentarista deportivo de Caracol Sports, Javier Hernández Bonett, tildó de desadaptados a los asistentes al Metropolitano que empezaron a tirar botellas de agua, pues pudieron empañar el final del juego y exponer a la FCF a una sanción elevada donde un futbolista saliera herido por recibir un impacto en su rostro.
De inmediato el también comentarista de Gol Caracol y director técnico de Deportivo Cali, Rafael Dudamel, reprochó el comportamiento invitando a la gente a calmar los ánimos y bajar los humos de la frustración del tercer empate consecutivo en la eliminatoria sudamericana.
Las reacciones en redes no se hicieron esperar al ver las imágenes capturadas por la transmisión en televisión y desde Ecuador reclamaron por el problema de comportamiento. Así se pronunciaron los espectadores colombianos y ecuatorianos que reportaron la situación al término del compromiso en la capital atlanticense donde los fanáticos visitantes fueron clara minoría en el estadio:
La controversia fue tal que algunos seguidores cafeteros pidieron cambiar la sede de la selección para evitar accidentes y sanciones posteriores, pues quedaron expuestos los futbolistas que estaban en el banco de suplentes del argentino Gustavo Alfaro.
Por si fuera poco, al minuto 90+9, la selección Colombia reclamó un gol invalidado de Yerry Mina. El zaguero central del Everton empujó la pelota tras quedarse con el rebote en saque de banda de Juan Guillermo Cuadrado. Inicialmente todo el estadio celebró pero el VAR no convalidó la acción del gol por supuesta mano de Mina dentro del área ecuatoriana.
La gente estalló furiosa en la gradería en contra de las decisiones arbitrales que se generaron al finalizar el compromiso. Aunque fue superado el inconveniente de bioseguridad en el Metropolitano, la venta de alimentos terminó siendo contraproducente en el 0-0 final que dejó de manera temporal al combinado cafetero ubicado en la cuarta casilla de la tabla de posiciones con 16 puntos, diferencia de gol de 0 y 16 goles convertidos en la eliminatoria.
Por su parte, Ecuador se quedó momentáneamente con el tercer lugar de la tabla clasificatoria con 17 puntos y diferencia de gol de +7.
Ambos seleccionados tricolores están a la espera del enfrentamiento entre Brasil y Uruguay que se disputará a las 7:30 p. m. en el estadio Arena Amazonia para definir el top 5 del torneo sudamericano.
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