Daniela Botina Ocampo, conocida como alias La Barbie, aceptó ante un juez haber cometidos los delitos de concierto para delinquir agravado y trata de personas. Era la cabecilla de una red que engañó a más de 30 mujeres vulnerables para llevarlas a China, retenerlas y someterlas a vejámenes sexuales para enriquecerse. En medio de un preacuerdo con la Fiscalía, un juez de conocimiento de Bucaramanga le impuso una condena de 4 años de prisión.
De acuerdo con el ente acusador, en medio del juicio se comprobó que Botina Ocampo “era la encargada de recibir a las víctimas en Asia, donde les retenía los documentos de identificación y las obligaba a pagar con servicios sexuales cuantiosas suma de dinero por manutención y alimentación”.
Las pruebas llevaron a que alias ‘La Barbie’ firmara un preacuerdo para reconocer los delitos y emitir condena. Además de la pena en prisión, deberá pagar una multa de 400 salarios mínimos legales vigentes para el 2017 y una inhabilidad el ejercicio de derechos y funciones públicas de 48 meses.
La historia criminal de La Barbie y las mujeres sometidas
Hace un año, la Fiscalía General de la Nación desarticuló la organización criminal que habían formado, en cabeza de Botina Ocampo con la captura de seis personas más, entre ellas la madre de alias La Barbie y otras cinco que permanecen en investigación.
La cabecilla ahora condenada llegó al país para celebrar Año Nuevo en diciembre de 2019 y tenía previsto devolverse a administrar su negocio criminal en China, cuando inició la pandemia de covid-19, que tuvo origen en el país asiático, lo que le impidió devolverse. Por eso no pudo huir cuando fue capturada en Cali a mediados de septiembre de 2020.
Junto a ella cayó Gloria Patricia Ocampo Ramírez, su madre, quien junto con Juan Pablo López Galeano son señalados de proveer los recursos para el viaje de las víctimas a China. También capturaron a James Leonardo Téllez Torres, presunto encargado de logística; Edilma González, alias La Tía, propietaria de una casa de citas; Martha Rubiela Gómez Fandiño y Bellanid Rojas Rodríguez que eran las encargadas de los documentos y trámites migratorios.
Esta organización buscaba mujeres en Santander y Antioquia, hasta donde se sabe, que tuvieran necesidades económicas. Entre ellas también habrían sometido a migrantes, a quienes les ofrecían trabajo como modelos. El contacto lo hacían a través de redes sociales, WhatsApp y en casas de citas de Bucaramanga.
Al parecer, hacían estudios fotográficos para construir el engaño y les prometían millonarios dividendos por modelar prendas en China. Una vez aceptaban, se hacían cargo de todo el proceso de migración y les daban las respuestas que debían entregar a las autoridades en los aeropuertos.
La ruta que estableció la Fiscalía, consistía en llevar a las mujeres hasta España, donde hacían escala hacia Ámsterdam para finalmente volar a Beijing. Allí eran recibidas por alias La Barbie para llevarlas hasta un establecimiento nocturno en Cantón o Guandong.
En ese momento se revelaba el engaño, las mujeres eran retenidas, les quitaban los pasaporte y documentos personales y les cobraban 14 mil dólares por todo el traslado. Diariamente debían pagar 600 dólares en servicios sexuales para saldar la deuda, a lo que descotaban sus gastos de manutención.
Ese sistema le habría generado cuantiosas ganancias a los criminales dirigidos por La Barbie. La Dirección Especializada de Extinción del Derecho de Dominio tiene medidas cautelares sobre seis bienes que suman comercialmente más de 1.500 millones de pesos. Dos vehículos de gama alta, tres inmuebles, y un establecimiento de comercio (la casa de citas en Bucaramanga).
La red fue descubierta gracias a una de las víctimas, que logró escapar tras tres meses de ser sometida a explotación sexual. Según contó la mujer a la emisora Blu Radio, el sometimiento era a través de amenazas. Alias La Barbie le decía que si no sonreía y cumplía con la cuota diaria, la iba a desaparecer en ese país desconocido, o llamaría a Colombia para atentar en contra de sus familiares.
En 2020 la Fiscalía señaló que tenía la denuncia y testimonios de dos mujeres víctimas de la red de trata de personas, pero tienen registro de otros 30 casos en los que buscaban a las personas para extender las denuncias y el modus operandi de la red.
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