A pesar de que en los últimos meses las autoridades han llamado la atención sobre la violación de los derechos humanos de la que son victimas los menores de edad de La Guajira, en su mayoría wayuú, los problemas continúan en el territorio.
Este 12 de octubre la Organización Nacional Indígena de Colombia (Onic, junto a un grupo de jóvenes que están en huelga de hambre desde hace 23 días, aseguraron (sin dar tiempo de los datos) que 5.320 niñas y niños del departamento han muerto por desnutrición. Además, denuncian que otros 16.000 menores están en riesgo por este mismo estado patológico.
“En este mismo territorio, la Corte Constitucional, en sentencia T- 302 del año 2017, emitió órdenes concretas para detener la muerte por hambre y sed de los niños y niñas del pueblo wayúu; sin embargo, cruel realidad es que el genocidio étnico continúa, pues hasta la fecha, según datos oficiales, han muerto 5.320 niñas y niñas y existen actualmente 16.000 en estado de desnutrición”, sostuvo Beatriz Salas, vocera de los jóvenes, durante una rueda de prensa.
Los activistas dicen que a pesar de los llamados de atención por parte de las autoridades nacionales, en el ámbito local no hay avances. Por el contrario, señalaron que la situación empeora con los días, pues los menores no solo no tienen seguridad alimentaria y acceso a agua potable, sino que tampoco tienen espacios dignos para su desarrollo.
Esto último también hace referencia a la infraestructura educativa de la Guajira. Se denunció que en cinco de cada diez colegios del departamento los niños tienen que hacer sus necesidades fisiológicas al aire libre. Además, los menores deben caminar distancias largas para llegar a las instituciones.
Con todos estos problemas no se alcanzan a graduar todos los jóvenes, mucho menos llegan a la universidad. Indican que de cada 100 menores guajiros que terminan el bachillerato, solo cinco de ellos tienen acceso a la educación superior.
“Los niños y niñas que actualmente tienen desnutrición, son vidas que se encuentran en riesgo de apagarse por siempre, por el olvido de un gobierno que los condena desde el vientre al hambre y la sed. La muerte de los niños y niñas no solamente es física sino que también matan su derecho a educarse con dignidad.” - Beatriz Salas
Los problemas que se viven en La Guajira, especialmente sobre la desnutrición tienen preocupados a los ciudadanos y organizaciones de derechos humanos. De hecho el pasado 22 de septiembre, la Organización No Gubernamental (ONG) Nación Wayuú, emitió un comunicado atribuyendo la situación a la corrupción que se vive en el mencionado departamento.
La organización asegura que la problemática de corrupción ha ido aumentando en Guajira con el pasar de los años. A la fecha, según la ONG, los habitantes de la península sienten que han sido abandonados por los gobernantes, tanto locales como nacionales. Señalan que en el orden estatal tampoco se han tomado medidas contundentes para evitar saqueos en la región.
“Más que el hambre y la sed, a la población wayúu la está matando la corrupción y falta de gobernabilidad.El sentir de las comunidades wayúu es un estado de abandono por el mismo estado de ingobernabilidad en el que vivimos, aunado a la corrupción sistemática que se vive en este departamento, donde solamente se voltea a mirar al pueblo wayúu para saquearlo, pero no para traerle”, dijo José Silva, líder indígena y presidente de la ONG Nación Wayúu.
Ante esto, la Defensoría del Pueblo lanzó una alerta a las autoridades para llevar a cabo una “acción conjunta y preservar así los derechos nutricionales de la primera infancia en el país”.
Así mismo, Nación Wayuu invitó a los líderes indígenas y políticos a “tener sentido de pertenencia con el territorio y trabajar de manera mancomunada para vigilar que los recursos lleguen hasta las comunidades necesitadas, en aras de garantizar el bienestar de toda la población”.
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