El Premio Paolo Farinella de 2021, el decimoprimero entregado por el Europlanet Science Congress (EPSC), fue entregado a la colombiana, Diana Valencia, quien actualmente se desempeña como física del Departamento de Ciencias Físicas de la Universidad de Toronto; y a la alemana Lena Noack, científica planetaria del Departamento de Ciencias de la Tierra de la Freie Universität Berlin.
La razón es una sola: “sus contribuciones significativas en nuestra comprensión de la estructura interior y la dinámica de los exoplanetas terrestres y supertierra”. Eso, en referencia a lo que la propia organización considera un trabajo pionero en el campo de la astronomía, pues Valencia logró desarrollar el primer modelo interior y la primera relación masa-radio para exoplanetas rocosos (1-10 masas terrestres), siendo estos últimos los que orbitan alrededor de astros distintos a un sol.
Igualmente, destacó Europlanet, la colombiana de 43 años de edad es reconocida por haber estimulado experimentos de alta presión-temperatura, utilizados para estudiar cómo los átomos se unen en el interior de dichos cuerpos celestes, también llamados supertierras.
De hecho, se explica que el trabajo de Valencia, que estudió física en la Universidad de los Andes, resulta relevante por ser de los primeros en abordar el concepto de las placas tectónicas al interior de esos planetas, desencadenando en el proceso una conversación que se mantiene hasta el día de hoy. También, porque se ha dedicado a determinar la composición los mismos para poder compararlos científicamente con la Tierra y otros cuerpos del Sistema Solar.
Ahora bien, los encargados califican el trabajo de la colombiana como pionero por una razón muy clara: ese interés por las “primas” mayores de nuestro planeta, el mismo que le llevó a estudiar su estructura, composición y hasta capacidad de albergar vida humana, nació incluso antes de que se confirmara la existencia de una supertierra.
De hecho, y según relata el diario El Espectador, la primera llamada Gliese 876 d, fue descubierta en el año 2005, dos años después de que la galardonada comenzara a concentrarse en dicha área de estudio. Ese exoplaneta, valga decir, es 7,5 veces más grande que el planeta tierra.
Al recibir el premio, Valencia, quuien también tiene una maestría de física en la Universidad de Toronto y un doctorado en ciencias planetarias de la Universidad de Harvard, confesó sentirse honrada “ya que reconoce mis contribuciones al campo de las super-Tierras. He visto crecer el campo de no conocer a nadie más que estudiara estos planetas cuando era estudiante de doctorado, a un campo de investigación floreciente que atrae a numerosos científicos jóvenes. Se siente particularmente especial ser reconocido en el campo de investigación en el que ayudé a crecer desde el principio”.
Por otra parte, existe la investigación de la profesora Noack, quien ha dedicado su vida académica a estudiar la evolución, tanto interna como externa y en el largo plazo, de los planetas que pertenecen a un sistema solar, como aquellos que orbitan alrededor de estrellas distintas a un sol.
Lo anterior incluye el movimiento de las placas tectónicas, la actividad volcánica y hasta la acumulación y recuperación de atmósferas.
Teniendo en cuenta todas estas investigaciones, el comité encargado de designar a los ganadores del Premio Paolo Farinella, un reconocido científico italiano que falleció en el 2000 a la edad de 47 años, reconoció que “en general, el trabajo teórico de Valencia y Noack ha llevado a una comprensión más profunda de la composición y evolución de exoplanetas similares a la Tierra. Su trabajo es fundamental para evaluar el potencial de habitabilidad de los exoplanetas y determinar qué tan “parecido a la Tierra” es un pequeño exoplaneta”,
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